Huella y presencia [tomo I]

CRISTl1'A PALMA P. y EMMA SALAS 1' . mismo pasó el expediente al Consejo de Instrucción Pública y se le concedió el grado de Bachiller en la Facultad de Filosofía y Humanidades. El Rector, al entregarle el Diploma, le dirigió al- gunas palabras de felicitación y por segunda vez la concurrencia prorrumpió en aplausos que se renovaron al salir de la sala el nuevo bachiller." En efecto, el entonces Secretario General de la Universidad de Chile, don Miguel Luis Amunátegui Aldunate, quien había hecho posible que lajoven Eloísa Díaz de 15 años de edad llegara hasta los claustros universitarios, se encontraba esa noche del 11 de abril, expectante en una sala contigua a aquella en que la joven era examinada por su amigo don Diego Barros Arana. Esa noche de lunes, el Consejo de Instrucción Pública debía celebrar su reunión habitual , la que por falta de quórum no pudo efectuarse. No obstante, tanto don Miguel Luis como el Rector, don Ignacio Domeyko, permanecieron en el recinto universitario en espera de conocer los resul- tados del examen de la aspirante a bachiller. El primero, seguramente, había planeado con anterioridad para que, en forma extraordinaria, se tramitara de inmediato el expediente y la joven recibiera esa misma noche de manos del Rector Domeyko y de él mismo, como Secretario General, el diploma que la acreditaba como la primera Bachiller en Humanidades, junto a los aplausos cariñosos y admirativos de la concurrencia. ELoísA DíAz, E sTuo1A1'TE UNIVERSITARIA Al día siguiente de obtener el grado de Bachiller en Humanidades, el 12 de abril, Eloísa Díaz se matriculó en la Escuela de Medicina, que entonces funcionaba en la calle San Francisco a pasos de la Alameda. De acuerdo al Informe Anual sobre Instrucción Pública presentado por el Ministro del ramo correspondiente a 1881, la Universidad de Chile contaba entonces con: "920 alumnos matriculados en los diversos cursos. De ellos, 411 pertenecen al curso de Leyes y ciencias políticas, 318 a los de Medicina y Farmacia; 38 al de Matemáticas superiores y 53, a los de Bellas Artes." Los estudios de Medicina tenían una duración de seis años y el plan de estudios incluía alrededor de veinte asignaturas. Todas éstas eran desem- peñadas por distinguidos profesores, entre los que se contaban: J osé Joa- quín Aguirre Luco, Ventura Carvallo Elizalde, Francisco Puelma Tupper, Ernesto Mazzei, Francisco Martínez, Vicente Izquierdo Sanfuentes, Au- gusto Orrego Luco, Víctor Korner, Damián Miguel y Pablo Zorrilla, para mencionar sólo a algunos. 79

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