Huella y presencia [tomo I]
HUELLA Y PRESENCIA 13 horas, desde el tercero al quinto año. Cada mitad del curso hará w semestre en Medicina y la otra en Cirugía, alternándose cada semestr, durante tres años . Los alumnos volvían a Medicina y Cirugía en el períod, de Internado en el séptimo año. Este sistema fue muy provechoso duram 40 años, pero algunas disposiciones recientes han obligado a recortar Me dicina y Cirugía en un semestre cada uno, pero el Internado se ha pro longado a dos años, sexto y séptimo, para dar una mayor participación , los alumnos en prácticas de Servicios de Urgencia, de Consultorios Exter nos y si es posible, Internado Rural. Los profesores de las S::átedras fusio nadas pasaron a llamarse de Medicina y Cirugía, sin otro apelativo, tant, los profesores Ordinarios como los Extraordinarios. El número de conocimientos provocados por la especialización médica que no convenía colocar en los programas de los alumnos de .pregrad, para no prolongar demasiado sus estudios , decidió a la Facultad de Me dicina a crear la primera Escuela Chilena de Graduados, es decir, para lo médicos en ejercicio profesional, lo que se aprobó en el año 1954. Lo Directores de esta Escuela supieron organizar cursos de postgrado d, diferentes materias en Santiago y en provincias , propios de la Universida< de Chile, o en combinación con las diversas Sociedades Médicas y las Sede Provinciales del Colegio Médico de Chile, cursos que en general han tenid, éxito hasta hoy. Tuve ocasión de participar en algunos de ellos en calida< de profesor. El traslado de la Cátedra de Medicina del Prof. Carretón al nuev, hospital Universitario José Joaquín Aguirre, en 1952 , me permitió con tinuar el trabajo Docente-Asistencial. Asumí las funciones de Jefe de Cli nica, con la supervisión del trabajo de los Ayudantes y de los Internos e1 las salas de hospitalización. Mis clases ya no abarcaban las materias de curso completo, sino que se redujeron a los temas cardiovasculares. Otro médicos especializados tomaban las clases correspondientes a su dedica ción. Reemplazaba al profesor cuando se ausentaba, lo que era frecuente porque había sido nombrado Decano de la Facultad, obteniendo que la oficinas del decanato se instalaran en el quinto piso del hospital J. J. Agui rre, donde había un amplio auditorio para las sesiones. El Decanato per maneció cerca de veinte años en estas oficinas, antes de ocupar su siti, actual previsto en la nueva y grandiosa Escuela de Medicina. En 1956, fu nombrado Jefe del Departamento de Cardiología del hospital Aguirn bien equipado instrumentalmente para la época, atendido por diferente Cardiólogos de los servicios del hospital. Se tenían los medios para efectua el control hemodinámico y radiológico, los apar atos inscriptores de curva de presión intracavitaria, arteriales y venosas periféricas, electrocardiogr.i mas y fonocardiogramas. Se hacía la atención clínica cardiológica de algu nos enfermos de los policlínicos. Teníamos que recibir visitas de alguno especialistas extranjeros eminentes, Médicos Cirujanos, invitados por 1 54
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