Huella y presencia [tomo I]

HUELLA Y PRESE/\'CIA quiátrico, en la ubicación que tiene actualmente pero que está complet;; mente renovado con nuevas salas y estructuras, apartando la Sección qu dirige el Departamento Universitario. Se enseñaban en clase, donde s veían raramente enfermos, las grandes psicosis, y en segundo término lo cambios de carácter y las pequeñas neurosis, que por lo menos ahora, so1 las que se enseñan de preferencia. No se hablaba todavía de Medicin psicosomática. Los cursos de Obstetricia y los de Pediatría eran también predomi nantemente teóricos, viendo los alumnos de vez en cuando algunos enfer mos durante las clases. Obstetricia se cursaba en la Mateqiidad vecina a hospital Universitario de San Vicente, edificio que ahora está destinado; otros usos, y la Maternidad funciona en el hospital José Joaquín Aguirre Pediatría se podía cursar en dos hospitales, Arriarán en la calle Santa Rosa donde aún se encuentra, o en Roberto del Río, en la calle Matucana, dond, fui alumno. Fue destruido pocos años después y trasladado a uno nuev< en la calle Profesor Zañartu, frente a la Escuela de Medicina donde todaví, se encuentra. En el terreno que ocupaba en Matucana, se edificó el actua hospital San Juan de Dios, que también tiene un Servicio de Pediatría. Los cursos de especialidades ya reconocidas con Cátedras que las en señaban, como la Neurología, la Oftalmología, la Otorrinolaringología, !, Urología , la Ginecología y la Dermatología, se podían efectuar en el hospita Universitario y en otros en que el Servicio respectivo estaba dirigido poi un profesor de la Universidad de Chile. Fui alumno de Neurología y di Otorrinolaringología en San Vicente de Paul, de Urología en San Juan di Dios, la Oftalmología y la Ginecología las cursé en el Salvador, y la Der matología en el hospital San Luis, hoy dedicado a otras actividades, perc no a enfermedades de la piel como entonces. Llegado al último año de formación médica, se efectuaban las práctica: de Internado en Medicina, Cirugía, Obstetricia y Pediatría, esta última ne obligatoria, pero luego lo fue. El Internado se podía efectuar en cualquie1 hospital que tuviera Cátedras yServicios de Patología o de Clínicas Médicai o Quirúrgicas, de adultos o de niños, o una Maternidad Docente. Elegimos con varios compañeros, el hospital San Francisco de Borja, situado en }¡¡ Alameda , hoy desaparecido de esa ubicación, pero nuevamente construidc en la década del 70, en sitio vecino al hospital Arriarán, en la calle Santa Rosa. Comencé por Medicina, donde tenía que atender alrededor de die2 camas, que estaban bajo la tuición de un Médico Hospitalario. El Servicie era dirigido por el Prof. Alejandro Carretón Silva. El me indicó el tema de mi tesis de grado sobre detección de la creatina y de la creatinina, que realicé con la colaboración del Laboratorio Central del Hospital. Mientras la efectuaba, cumplí reglamentariamente con los internados de Cirugía y Obstetricia del mismo hospital. El profesor de Obstetricia prefería que los alumnos que no se iban a dedicar a esa especialidad, asistieran lo menos posible a la Maternidad. Mi tesis, con un tema novedoso en esa época, fue 50

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