Huella y presencia [tomo I]
Dr. RICARDO CRUZ-COKE Es de advertir la alta tasa de letalidad en las grandes epidemias. En I 779 en el Hospital San Juan, de 1.604 enfermos, la letalidad fue de 21% y en el San Borja de 1.232 variolosos la letalidad alcanzó al 23%. Estas tasas eran más de tres veces superiores a las corrientes de la época. En 1789-90 en Concepción murieron en total 1.500 variolosos. Afortunadamente estas grandes tragedias de salud pública se iban a solucionar parcialmente con la introducción de la vacunación contra la viruela en la primera década del siglo XIX con el trabajo del padre Chaparro y la expedición de la vacuna de Manuel Grajales. El aumento de la mortalidad por las epidemias y la acumulación de cadáveres con el progreso de los años produjo un problema de falta de cupos en los pisos de las iglesias, que era el lugar donde se enterraban los devotos y personas principales. El gobierno y las autoridades eclesiásticas decidieron limitar los entierros en las iglesias, yse decidió crear cementerios para pobres en las afueras de la ciudad como el de la Caridad y la Pampilla . Sin embargo, el Cementerio General laico, no sería creado sino hasta la Independencia en el siglo XIX. Al terminar el siglo XVIII la medicina colonial en Chile había llegado a un modesto nivel en su desarrollo, pero siempre muy inferior al alcanzado por sus hermanos peruanos y mexicanos. En comparación con el siglo anterior, evidentemente se habían logrado solucionar los problemas más apremiantes de asistencia hospitalaria y de beneficencia pública, pero no se habían resuelto sus graves problemas de la insuficiencia de la educación médica, de la dependencia profesional externa y de la falta del control de las epidemias de viruela, tifus, las endemias de la sífilis y de la tuberculosis. Estos y otros problemas iban a ser combatidos en mejores condiciones en el período de la Independencia al amparo de la época del Romanticismo, durante la cual se iba a forjar la identidad y el espíritu creativo de la medicina republicana. Cot-.Cl.USIOl'\ES De regreso de nuestra visita al pasado de la vida colonial médica durante el período de la prosperidad del siglo xv111, hemos podido formarnos una buena idea de la situación en que vivían los médicos en esa época. En relación al contexto histórico de esos tiempos se trató de una época com- parable a la nuestra en que se alternaron aspectos positivos de progreso con los aspectos negativos de violencia y represión. Pero la medicina chilena colonial no logró levantar cabeza para formar una cultura médica criolla como sus hermanos mexicanos y peruanosque tenían universidad, escuelas de medicina, imprentas, libros médicos y grandes maestros criollos de la medicina. La vida de los médicos coloniales fue opaca y sin relieves, total- mente dominada por el despotismo ilustrado. Esa es la explicación por la 45
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=