Huella y presencia [tomo I]

Dr. RICARDO CRUZ-COKE través del Cabildo compuesto por 12 regidores que elegía 2 alcaldes. Dentro de este contexto administrativo, el Protomédico del Reino, nombrado por el Rey, era presidente del Tribunal del Protomedicato, independiente del Virreynato del Perú, y a la vez era profesor de Prima Medicina de la Universidad de San Felipe. Tenía un sueldo anual de 500 pesos, al igual que los otros catedráticos, pero por ser médico no podía ocupar el cargo de Rector, el cual siempre fue ejercido por abogados o teólogos. Debemos destacar el rol quejugó el Rey Carlos II I en modelar y dirigir directamente el desarrollo de la vida médica de su más distante colonia durante su largo reinado. En 'efecto, dicho rey creó la Junta de Tempo- ralidades en 1768 que confiscó bienes de los jesuitas para construir hos- pitales; creó el Tribunal de Protomedicato chileno en 1786 que junto con la Cátedra de Prima Medicina de la Universidad de San Felipe, permitieron independizar la medicina chilena del Virreynato del Perú. De este modo el Protomédico Dr. Ríos tuvo todos los poderes para dirigir la enseñanza médica, resolver los asuntos gubernativos de medicina, cirugía y farmacia del Reino; administrar la justicia y la ética para corregir los excesos de los facultativos sometidos a su jurisdicción y recaudar , administrar e invertir los fondos obtenidos por los derechos de exámenes. Así Carlos II I con- centró todos los poderes absolutos de la Medicina chilena en un tribunal único, mientras que en España, bajo la presión de las Facultades de Me- dicina españolas se veía obligado a independizarlas del protomedicato, por la célebre ordenanza de 13 de abril de 1780. Por otra parte, Carlos II I pedía al protomédico chileno que le enviara informes sobre el funciona- miento de los hospitales, de las boticas y que le enviara los nuevos medi- camentos de la farmacopea de hierbas americanas. Carlos 111 pudo desarrollar su política de beneficios médicos en Chile en base al despojo de los bienes de los jesuitas. Entre 1767 y 1771, la venta de las propiedades de la Compañía por laJunta de Temporalidades rindió un total de 49 l mil pesos, de los cuales 30 mil fueron destinados para la construcción de hospitales. En efecto, la venta de la Ollería (Hospicio) rindió 7.963 pesos; el Noviciado (San Borja) 13.333 pesos y la mitad de las propiedades en Valparaíso, 8.300 pesos. Estas cifras son considerables y casi igualan al presupuesto anual del Reino de Chile, como veremos a continuación. Si bien Chile le debe mucho a Carlos 111, también le reprocha hasta hoy la expulsión de los jesuitas como un acto despótico e inhumano que afectó gravemente el desarrollo cultural de la nación chilena por casi un siglo. Las consecuencias culturales fueron la depresión de la educación médica y de las ciencias, ya que fue desmantelada la botica y la biblioteca y expulsados los mejores elementos humanos chilenos del siglo xv111. Basta con enumerar los grandes personajes exiliados y sus obras. Juan Ignacio Molina (l 740-1829), naturalista e historiador, primer científico chileno quien intentó por primera vez clasificar las plantas y animales de Chile 43

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