Huella y presencia [tomo I]

MARTA VÉLIZ PACHECO. TECNÓLOGO MÉDICO Marta Véliz Pacheco, Tecnólogo Médico. Jefe de Trabajos Prácticos del Departamento de Bioquímica de la Facultad de Medicina. Ingresó en el año 1956 al entonces Instituto de Química Fisiológica para trabajar en su Memoria con el Dr. Florencio Fuenzalida. Allí conoció a un equipo de médicos de prestigio internacional como fueron los Dres. José M. Calvo, julio Cabello, Hernán Niemeyer, Mario Plaza de los Reyes y Alfredo Ja- dresic. Todos ellos encabezados por el Dr. Eduardo Cruz-Coke (padre del Dr. Ricardo Cruz-Coke, actual Jefe de Investigaciones de la Historia de la Medicina en nuestra Facultad). Era apasionante escuchar las clases ma- gistrales del Dr . Cruz-Coke -recuerda Marta Véliz-, pues además de su honda cultura era una persona de gran espíritu de sacrificio, valores hu- manos que eran compartidos ampliamente por esas brillantes personali- dades que lo acompañaban y a los que se sumaban sus alumnos ávidos de extender sus conocimientos a una cultura universal". En otro plano los recuerdos tocan a personas con quienes compartía cercanamente sus labores. Una de ellas Ruth Urbá, quien, coincidente con la llegada del Dr. Boris Rotman entregaron un aporte valioso al desarrollo de la Bioquímica en nuestro país. Más tarde la presencia de los Dres. Carlos Basilio y Alfonso Coronado, entregó nuevas energías para continuar la prestigiosa senda iniciada por tan selectos profesionales. En el año 1961 llega de Estados Unidos el Dr. Jorge Allende, joven inquieto, investigador por excelencia. Estaba aún de novio y ante la pers- pectiva de iniciar un gran camino en esta Facultad, volvió en busca de su "gringa", dama muy agradable que se incorporó rápidamente a las inquie- tudes del personal del Departamento. Los planes de investigación comen- zaban a expandirse, lo que hizo necesaria la contratación de otraT ecnólogo Médico, resultando elegida María Matamala, la cual rápidamente se trans- formó en una brillante colaboradora de los Allende. Después de 20 años de trabajo ella sufrió los efectos de la restricción de los presupuestos; sin embargo se le debe un reconocimiento que en estas páginas pudiera ser considerado. -Marta Véliz comenzó en el edificio de Borgoño 1470. ¿Qué representa para Ud. esa casa? Fue un lugar grato - responde con nostalgia-, todo parece estar latente en la memoria, hasta el crujir de sus escalas de madera. Fue como vivir en familia allí, pero trabajando a la vez con gran entusiasmo y res- ponsabilidad. Las fiestas nacionales culminaban en Quilicura o en algún otro buen dato proporcionado por el Dr. Silvio Bruzzone. No escapa al 141

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