Huella y presencia [tomo I]

HUELLA Y PRESENCIA LA DEDICACIÓN EXCLUSIVA Este fue un elemento muy querido por la Facultad de Medicina. Tuvo un desarrollo previo por el Prof. Francisco Hoffmann y luego lo concretizó el Prof. Amador Neghme. "Sin Dedicación Exclusiva no hay Universidad" fue el lema de la Reforma al respecto. Nadie pretendió nunca que todos los académicos fueran de dedicación exclusiva, sino que existiera un grupo importante que garantizara que la creación tendría un nivel y peso en el ámbito universal. Esta dedicación exclusiva no es adscrita a una institución, ni siquiera a la misma Universidad; es decir, no se trata de lma dedicación exclusiva administrativa o por fuente de ingreso. Muy por el contrario se trata del reconocimiento que un país hace a las personas creativas de cultura trascendente que quieren dedicarse por entero a esta labor y ven ésta como la única forma de expresar en forma satisfactoria su creatividad. Es una dedicación exclusiva mental. Un universitario con dedicación ex- clusiva podría recibir de múltiples partes ingresos económicos (premios, patentes, cursos extramurales, etc.), pero, si su quehacer es sólo éste, cum- pliría con la dedicación exclusiva. Lo que le interesa al país es tener a su gente, más apta para la creación cultural de alto vuelo y que quiere dedi- carse a ello, libre de toda otra preocupación. La mente dividida no puede producir en buena forma. No se ha entendido cabalmente esta concepción. EL COMPROMISO CON LA REALIDAD NACIONAL Podría parecer superfluo, ya que una universidad se encuentra inmersa en su realidad social, o contradictorio con la trascendencia universal que se le exige. No es automático ni obligatorio que la formación de graduados o profesionales se adecue a las necesidades reales de esa sociedad. Tampoco lo es la adecuación del quehacer universitario a la solución de los problemas que necesitan creación cultural en ese país. No es contradictorio con la trascendencia universal, ya que en los problemas de un país, que necesitan para su solución de la creación universitaria, siempre hay un referente a los problemas universales de la humanidad y es ese referente, que el universitario capaz, debe saber extraer. Por otra parte, los problemas o elementos culturales universales deberían tener un eco en la comunidad universitaria local , pues ésta tiene como vocación la conexión cultural entre la sociedad local y la universal. Sólo el dominio que da el ejercicio de la creación (autoridad por autoría) puede garantizar la transferencia cultural en forma seria y rigurosa. Este compromiso es por lo tanto un deber moral doble; por una parte el "servicio" a la comunidad local y la trascendencia a la universal. 134

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