Para que nadie quede atrás: a la memoria de nuestras(os) compañeras(os) y maestras(os)

Para que nadie quede atrás 97 reíamos irreverentemente de los políticos chilenos. En esos ejer- cicios Canelo era uno de los tantos que evidenciaba su identidad con la izquierda socialista, con inclinaciones hacia el MIR. Y creo que en el terreno sentimental y afectivo no fue un conquistador ni un mujeriego audaz. En los prados de la Facultad de Filosof ía y Educación profundizó el pololeo que venía desde la secundaria con Alicia Páez, estudiante de Pedagogía en Francés, gran amiga a la vez de Patricia Grogg, alumna de Literatura que iniciaría en esos años un romance de largo aliento con Eduardo Marín Gavi- ria, el circunspecto y talentoso ciudadano colombiano que tuvi- mos como compañero de curso en Periodismo. Enrique y Alicia se casaron el 3 de septiembre de 1971 y permanecieron juntos unos diez años. Tuvieron dos hijos: Pablo y Patricia. Patricia les dio dos nietas, Amapola, hoy de 17 años, y Magdalena, de 10”. (2) Más de los años 70. Las reminiscencias del entusiasta inicio del gobierno de la Unidad Popular los plasma textualmente Gustavo González en el ambiente acostumbrado de repetidos e insistentes asados parrilleros: “…Departíamos con tres jóvenes parejas: Enrique y Alicia, Eduar- do Marín y Patricia Grogg y Jorge Silva (recién indultado por el presidente Salvador Allende) y Cecilia Izquierdo. Los «solterones» de esos encuentros éramos Rolando Gabrielli, el «poeta maldito» avecindado desde hace muchos años en Panamá, y yo. El tiempo, el trabajo y sobre todo el golpe del 11 de septiembre de 1973 se encargarían de separarnos, en algunos casos temporalmente y en otros tal vez para siempre. Y fue recién a comienzos de 1986, en los preparativos del retorno a Chile, que me reencontré con Enri- que y otros entrañables amigos, ex compañeros y ex alumnos de la Escuela de Periodismo. Con su proverbial buen humor, influido pero no sometido por la dictadura, Canelo me resumió sus años de sobrevivencia bajo el pinochetismo con la siguiente frase: Saqué un Magíster en pellejerías …” Y es que con su personalidad desbordante e histriónica, Enrique Canelo fue un periodista de ley, más cerca de los padres fundado- res de la vieja guardia que del periodismo adocenado y domestica- do que se implantó en Chile en las últimas décadas. Por eso Canelo pasó por una gran “movilidad laboral”. Tras el Golpe del 73 salió del Canal 9 de la Universidad de Chile. Entre obligadas cesantías temporales pasó, como se dijo más arriba, por la agencia UPI, la Radio Portales y Las Últimas Noticias (en al menos dos períodos). Restablecida la democracia trabajó en La Nación y fue miembro del equipo fundador de El Diario Financiero (3), para volver algu- na vez a La Nación, siempre manifestándose como un reportero de tomo y lomo y eximio redactor, preciso en los detalles mínimos de la información, serio en la veracidad de lo comunicado. Pero también una persona con la cual nunca las risas estaban exentas del trabajo diario, aún en los momentos más tensos del despacho en los medios establecidos y en los innumerables “pitutos”, como lo de aquella APEC donde reportó seriamente que “no había pasado nada”. Como lo recuerda el colega Gonzalo Mizala, fue también la época en que creó imaginariamente al personaje “Chapulín de los Consumidores”. Claramente, Canelo era un tipo visionario a como diera lugar. Fue hace poco tiempo, el año 2014, cuando sufrió un cáncer al colon, complicado por una posterior infección que le causaría la muerte (4). Y nos quedamos muy tristes. Murió arropado por el afecto de sus colegas y compañeros de la Generación Mario Planet de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Chile, en especial María Teresa Maluenda que, literalmente, removió cielo y tierra para asegurarle buena atención médica. En su lecho de moribun- do al interior del malamente iluminado sótano de un Consultorio público de calle Nataniel en el centro de la capital y desprovisto de Encuentro musical en la cumbre. El percusionista Enrique Canelo y el salsero Víctor Manuel Mandujano.

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