Para que nadie quede atrás: a la memoria de nuestras(os) compañeras(os) y maestras(os)

8 maestros de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Chile. Es una suerte de friso generacional, con semblanzas de señeras fi- guras del periodismo chileno que pasaron por el añorado edificio de la calle Los Aromos (hoy calle Profesor Juan Gómez Millas) y por las casonas de la calle Belgrado (hoy calle Periodista José Carrasco Tapia). También las jóvenes generaciones que estudian Periodismo en el Campus Juan Gómez Millas han contribuido a este libro. Los textos reunidos aquí presentan diversos estilos y aproximacio- nes a las figuras de nuestras compañeras y compañeros que ya no están con nosotros. Si bien se entregó una pauta preliminar a los autores con recomendaciones de extensión, se puntualizó que no había normas rígidas para la escritura. Así, nos encontramos con semblanzas que constituyen íntimos retratos escritos en primera persona, otras que más bien adoptan el formato de la crónica tes- timonial, y algunas que apuestan a la reconstrucción de eventos históricos y biográficos. La mayoría de las semblanzas corresponden a un solo autor, pero en algunos casos se optó por la autoría colectiva o por dos artículos acerca de una misma persona. Del mismo modo, hay escritos que superaron con largueza la extensión recomendada. El editor optó finalmente por aceptar todos los textos e intervenirlos en forma mínima. Otro procedimiento habría implicado despojar a este li- bro de los sentimientos que vierten aquí quienes colaboraron ge- nerosamente en su realización. El rescate de las figuras de compañeras y compañeros es un home- naje a quienes dejaron sus huellas de amistad, solidaridad y talento en su paso por nuestras aulas, pero es también un aporte a la recu- peración de la memoria colectiva de nuestra Escuela de Periodis- mo, que a sus 61 años entra en la etapa de “adulto mayor” en medio de desaf íos permanente de renovación y de lucha por la democra- tización de las comunicaciones y por una educación superior libre y gratis. En el transcurso inexorable del tiempo y de la vida, este libro es tam- bién un reconocimiento póstumo particular al profesor Alejandro Cabrera Ferrada, miembro de la primera generación de estudiantes de la Escuela y editor de Vendedores de sol , como igualmente a nues- tra añorada Patricia Bravo Berli, coautora de Morir es la noticia . Como toda obra colectiva esta es una creación que convocó a nu- merosos colaboradores. Corresponde agradecer a todas/os las/os autoras y autores que aportaron tanto sus textos como testimonios gráficos. Un agradecimiento especial a quienes actuaron como puentes generacionales para proponer nombres y autores. En esta dimensión corresponde mencionar a Lidia Baltra, Mónica Silva Monge, María Eugenia Borel, Hilda Pacheco y a Fernando Charlie Donoso, con las respectivas excusas si es que hay alguna involun- taria omisión. Un reconocimiento también a Ernesto Carmona, quien autorizó la incorporación, como Apéndice de esta obra, de los enlaces a los textos en Internet sobre los 15 maestros, periodistas y estudiantes de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Chile incluidos en Morir es la noticia . Un agradecimiento igualmente al profesor y periodista Alejandro Morales Vargas, quien hizo posible el apoyo informático del Direc- ción de Servicios de Información y Biblioteca (SISIB) de la Univer- sidad de Chile para el diseño y difusión de esta obra. El editor Abril de 2014

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