Para que nadie quede atrás: a la memoria de nuestras(os) compañeras(os) y maestras(os)
258 HUMANIDAD Y CALIDAD PROFESIONAL Por Sergio Pizarro Gazi Jalil, Editor General de TVN, me llamó a su oficina. Era 1995 y yo recién había entrado como Editor de TVN. Llegaba de ser sub- director de Chilevisión, donde habíamos formado con Jaime Mo- reno Laval, todo el departamento de prensa con la nueva adminis- tración de Venevisión y la Universidad de Chile. “Sergio, me dijo Gazi, con Michael Müller queremos formar un grupo de reportajes para el fin de semana. Necesitamos reforzar esos noticiarios y tú co- noces periodistas para contratar…”. Carolina era una joven periodista que ya estaba cuando llegué a CHV. Había egresado hace unos pocos años y Nicolás Quesille, en- tonces Editor General de CHV, quien había sido su compañero en la U, me la recomendó para formar el equipo de reportajes de la sec- ción “A Fondo” que creamos. Así conocí su calidad profesional y su humanidad para abordar el trabajo periodístico. Crítica permanente de su propio quehacer. Y en esa duda persistente, estaba la búsqueda de la perfección. Pero su trabajo era brillante. Capaz de transformar un suceso en una historia y una declaración en un testimonio encen- dido de emociones. Trabajaba la imagen con cuidado, destacaba el sonido directo y era cuidadosa con la musicalización y los efectos. Cuando realizábamos las pautas de los reportajes, ella trataba de profundizar el tema hasta los últimos detalles. Le gustaba salir co- nociendo el foco y el propósito de su trabajo. Después, el reporteo daría la estructura final. Luego, revisaría el material y escribiría su libreto para volver a discutir cómo sería mejor. Se llevaba bien con los equipos con los que trabajaba. Camarógrafo y compaginador. Les exigía, pero en buen tono y los hacía tomar pate del proyecto. Sabía trabajar en equipo. En TVN, Carola preparaba reportajes para sábado y domingo junto a Rodrigo Espinoza, el otro colega que llegó del Canal 11. Rápida- mente, Carola se hizo conocida por su calidad profesional. Se acopló al equipo de periodistas y fue respetada y querida por todos. Tenía la capacidad de reportera típica de la gente de la U. de Chile. La profun- didad y complejidad en sus análisis. La intelectualidad y liberalidad en la búsqueda de la verdad a todo nivel. Sin miedo a transgredir, pero cuidando la forma de elaborar el mensaje para no ofender. Era de mente rápida y eso contrastaba con su hablar dulce y tran- quilo. Pero su palabra era fuerte y asertiva. Sin embargo, era capaz de empatizar con sus entrevistados para que abrieran sus vidas y contaran sus historias. … Gazi, con un lápiz Bic en su mano derecha golpeaba el índice de la mano izquierda. Esperaba mi recomendación. Carolina Cárde- nas, dije. Así, esa tarde de 1995 decidimos traer a Carola a TVN, su nuevo desaf ío profesional. Fueron dos años hasta 1997, cuando se fue a su prenatal, pero hablar de su despedida no es necesario. En realidad, Carola no se ha ido.
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