Nos seguimos movilizando: la revolución será feminista o no será
85 Cuando la niña era niña Cuando la niña era niña sabía de sí misma que su cabellera era larga y eso le gustaba porque podía apoyarla sobre el canal que pasaba cerca de su casa y ver cómo el agua se la llevaba sin llevársela. La misma cabellera que su abuela no soportaba no peinar. Mujeres adul- tas: obsesión por su pelo de niña, por trenzarlo, sacarle nudos, ponerlo a re- lucir. Que no te vean los vecinos despeinada. Mira cómo te ves con estas trenzas tensas, la gente va a decir «qué peinadita esta niña». Cuando la niña era niña escuchaba a su abuelo regocijarse con las cosas que ella decía, apreciar sus ideas de niña, ideas inofensivas que salen de una boca niña que no amenaza el equilibrio de abuelos, padres ni tíos. Cuando la niña era niña le insistían en comprar pequeñas niñas plásticas que requerían ser maternadas por niñas humanas. Cuando la niña era niña se pintaba los párpados con témpera azul y la boca con un labial naranjo que le había regalado la señora de la farmacia y eso la hacía sentir divertida. Nada más. Cuando la niña era niña veía a su madre leyendo libros de crianza con culpa Y leyéndole a ella historias de niñas rebeldes que ella, cuando era niña, no entendía contra qué se revelaban Y que más tarde, no tuvo que entender Lo sintió Y fue ese sentir en su cuerpo, y no su vagina como le habían dicho, lo que le confirmó que ella era una niña. Stefanella Costa Cordella, funcionaria, Facultad de Medicina.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=