Nos seguimos movilizando: la revolución será feminista o no será

38 - Nos seguimos movilizando. La revolución será feminista o no será Una inusual orquesta La inusual orquesta de flautas, trompetas, violas, tuba y guitarra comienza susurrando una rítmica marcial, cuya sonoridad recuerda las pisadas de unas hormigas que discuten en una rara incertidumbre. Luego, todas juntas desa- rrollan una textura hetero fónica: Las flautas recorren toda su tesitura en una sucesión de escala hexáfona que describe una pendiente, mientras la guitarra rasguea sincopadamente superposiciones de notas de segundas menores. Las violas, tocan notas largas al azar, de frecuencias medias sobre la tastiera . Cu- riosamente, las trompetas y la tuba en una melodía de séptimas paralelas lo- gran entrometerse de una manera suave y nada estridente. La sonoridad de la agrupación crece, como olas enfurecidas. Irrumpen las violas solitarias, ahora en cuerda pulsada dibujando una melodía de distancias de séptimas mayores, quintas justas y cuartas aumentadas, mientras la tuba se hace presente con redondas, blancas y negras cromáticas. La guitarra en soledad llega después de la pausa, en una dupla de voces cuya nota contra nota recuerda la poética de Hildegard de la Edad Media. Después, de una manera sorprendente ad- vienen trompetas, flautas y violas que armonizan una especie de sonata a la forma de Von Martínez. Notas de gracia y cadencias se suceden con ligereza mágica en la instrumentación que deja entrever melodías de dinámicas con- trastadas. Después, la tuba inicia una idea fugada que recuerda las cantatas de Strozzi. Las demás intérpretes desarrollan respuestas en función de cuarta a la que suceden nuevas propuestas temáticas que desencadenan en una armo- nía politonal, tal pieza de una de las hermanas Boulanger. Tanta sonoridad de la Europa hizo crisis en la columna de las flautas, que irrumpieron con las llaves, cual si Alexander estuviera viva. Entonces, las violas armonizaron la percusión de las flautas a la manera de Vivado, a lo que le siguió una larga mudez […] después de aquella calma, todas juntas llenaron la sala de una rítmica mixta sincopada, que con una dulzura colorida agradaron la escucha de Cabezas. Eleonora Coloma Casaula, Académica, Facultad de Artes.

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