Nos seguimos movilizando: la revolución será feminista o no será

26 - Nos seguimos movilizando. La revolución será feminista o no será La trenza María Población. Colegio de barrio pobre de mujeres Calcetas blancas hasta las rodillas y trenza María con cinta blanca Profesoras mujeres con dictado para ser señoritas La movilidad social como promesa a punta de disciplinamiento Liceo fiscal de niñas, de excelencia: más disciplina, más violencias Profesores abusadores que miraban y decían demás ¿Cuánto de aquello queda en nosotras aún sin rememorar por miedo al darse cuenta? La universidad llegó como promesa de conocimiento y libertad Nuevamente esos profesores que miran, dicen, castigan y norman, pero más nos vuelven invisibles en la palabra e ideas. Compañeras con mini a la pizarra, la cofradía masculina intelectual aplaude la- hu millación ¿Cuánto de aquello aún queda en nosotras sin rememorar, sin denunciar? Había que seguir, ser las mejores estudiantes, cumplir la promesa Un título por fin, escrito en masculino claro está. ¿No soy digna? El trabajo. Por fin la promesa de libertad se cumple. No se cumple. Mijita, niñita. No sirve el título. Una vez una jefa me regañó por bailar en el trabajo: eso no lo hace una buena- tra bajadora Cuerpo del rendimiento, cuerpo encarcelado Cuerpo anatómico cruzado por el poder institucional Soy madre, por deseo, por anhelo. ¿Por qué nadie me avisó del castigo implicado? Techos con cristales me azotan mientras me extraigo leche con frenesí para que mi cuerpo no delate el deshonroso puerperio Mientras trapeo el piso se vuelve más pegajoso La culpa la tiene el deseo de ser madre Mi hijo es el culpable Me rebelo a esa conclusión. Insolencia, desacato ¿Cómo seguimos? Con memoria, con relato, con posibilidad, con imaginación creadora y destituyente … Que la culpa no es mía, ni de las trenzas marías, ni de mi hijo lactando, ni de mis sueños alados Anónimo, funcionaria.

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