Nos seguimos movilizando: la revolución será feminista o no será

123 También creo que otra parte importante en estos momentos, donde Chile tiene un proceso constituyente (...) podemos discutir las formas en las que se hizo el proceso, etc. Y dentro de todo eso, hay una reac- tivación del tejido social territorial y dentro de eso también, [surge] el feminismo como una apropiación del colectivo, de lo popular. [El feminismo] tiene mucho que decir y mucho que trabajar en esos es- pacios, en esos aspectos. Pese a ello, entendiendo el potencial de los feminismos para el debate a nivel nacional, se aborda una cuestión clave en este punto, que es la relevancia de la suspicacia, como una herramienta que nos permita llevar adelante dicho proceso de manera más atenta, como reflexiona María José: Yo creo que algo con lo que me quedaría es que hay que mirar con cautela que nos digan que todo está hecho, como que el feminismo ya llegó, que todos los espacios son feministas, todos somos feministas porque, cuando todos lo somos, nadie lo es. Creo que hay que mirar con mucha suspicacia eso. Desde ahí, se hace un llamado a cuestionar las cooptaciones del movi- miento, no solo por parte de algunas estrategias mercantilistas que luego del 2018 comenzaron a hacer un uso burdo de demandas feministas en su publi- cidad, por ejemplo, sino también de la apropiación superficial de éstas por parte de diversos procesos políticos nacionales. Debemos estar atentas y ser cautelosas con que la transversalización del feminismo, de la que se hablaba con orgullo en un comienzo, no sea una mera pantalla sin contenido, sino que tenga un potencial activamente transformador.

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