Salud mental universitaria: voces, trayectorias y prácticas situadas

SALUD MENTAL UNIVERSITARIA • 91 mayores y más focalizados esfuerzos institu- cionales que permitan aminorar dichas inequi- dades, como son por ejemplo la consideración de mayores flexibilidades, modificaciones en la calendarización de sus evaluaciones, entre otras. Los grupos de “madres y padres” y “traba- jadores” presentan un porcentaje importante de sobrecarga moderada y de riesgo, en com- paración al porcentaje de estudiantes que no cumplen con dichas características (Dirección de Bienestar y Desarrollo Estudiantil, 2021). Según datos de FOCES (2019), un total de 335 estudiantes (1%de lamatrícula) declaran tener hijos, de los cuales 219 se encuentran acredita- dos (65%) para ayudas estudiantiles. De ellos, un 67% sonmadres, mientras que 33% son pa- dres. En este sentido, seríanmayoritariamente estudiantes mujeres quienes presentan una sobrecarga que podría afectar de forma nega- tiva a su saludmental y desempeño académico (Estupiñán, 2012). En el caso de aquellos/as estudiantes traba- jadores, quienes presentan niveles importantes de sobrecarga, es importante afrontar el reto institucional frente a esta realidad y a los crite- rios que deben seguirse para promover la salud mental de este segmento del estudiantado. Más aún, según cifras de DIRBDE (2021) más de la mitad de los/as estudiantes trabajadores dedi- can entre 1 y 15 horas semanales a su jornada laboral. En consideración de que el tiempo es- perado de horas directas e indirectas que se deben dedicar a la Universidad son de 45 horas semanales (Centro de Estudiantes de Diseño, 2020), resulta importante considerar la distri- bución de las horas restantes del estudiantado. La diversificación de la matrícula univer- sitaria ha traído consigo la incorporación de estudiantes con un perfil socioeconómico y sociodemográfico distinto al que tradicional- mente ha caracterizado la vida universitaria, de este modo, en el intento por reducir las brechas de ingreso, así como las trayectorias formativas escolares previas, surgen nuevos desafíos, que ponen énfasis en una perspec- tiva de equidad en el abordaje de las exigen- cias universitarias. En este sentido, resulta primordial continuar promoviendo las garan- tías de apoyo al estudiantado que pongan en el centro la inclusión en la vida universitaria y que consideren las múltiples dimensiones que interactúan en el desarrollo de la forma- ción universitaria, dentro de la cuales la carga académica es una de ellas. COMENTARIOS FINALES Amodo de cierre, sería pertinente relevar, se- gún la aproximación situada que ha facilitado esta investigación, que las prácticas correspon- dientes al plano académico/formativo no son inocuas, sino que, muy por el contrario, tienen un impacto subjetivante en el estudiantado. Particularmente, se puede referir a los efectos protectores o estresores que pueden tener la presencia o ausencia de prácticas correspon- dientes al plano académico/formativo para el mantenimiento o precipitación de la trayec- torias universitarias. En este sentido, tiene especial valor el rol facilitador que adquieren las acciones docentes en la catalización y acti- vación de flujos de atención para el resguardo de la saludmental universitaria, la facilitación de información respecto a la gestión académi- ca o la significativa figura de las tutorías como

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