Salud mental universitaria: voces, trayectorias y prácticas situadas
366 • SALUD MENTAL UNIVERSITARIA Este grupo de estudiantes a su vez contó con una instancia de acompañamiento por parte de la psicóloga a cargo del trabajo con esta carrera, desde donde se derivaron algunos de esos casos a la Unidad de Psicología y otros a la red intra y extra-universitaria. Sumado a estos esfuerzos, en diferentes momentos de la intervención con la carrera y en respuesta a necesidades particulares, la Unidad de SaludMental habilitó dos talleres demanejo de ansiedad, uno de higiene del sueño, un taller de primeros auxilios psicológicos y un taller de acompañamiento para estudiantes que eran cercanos a alguien con ideación suicida. En general, se estableció una dinámica de trabajo con diferentes aristas ymodalidades de seguimiento de los casos bajo la figura de “estar cerca y saber de ellos”, y se posicionó el apoyo profesional en saludmental amodo de canal de comunicación y de alerta temprana. También fue necesario que el trabajo con estudiantes atendiera a las tensiones que surgían con estudiantes del ciclo de finalización, a saber, aquellos que estaban en pro - ceso de realización de tesis. Por ello se convocó a un grupo de estudiantes que deseaba terminar el proceso “sin sufrir tanto” y que esa experiencia pudiese servir al conjunto de estudiantes que también se beneficiaría de instancias de acompañamiento. En ese contexto, la psicóloga se reunió con ellos cada 2 semanas para pensar en conjunto qué instancias podrían contribuir a estudiantes que están pasando por el mismo proceso aca- démico. Se generaron espacios de encuentro entre su generación, compartieron lo que les acontece y pudieron colectivizar y visibilizar experiencias de tesistas entre pares. Una segunda convocatoria de este trabajo reunió a profesores/as que eran cercanos a los/as estudiantes, a fin de transmitirles qué implicó para ellos/as el escribir una tesis cuando eran estudiantes y qué esperaban de ese proceso. Finalmente se realizó un tercer encuentro con egresados/as que ya habían terminado el proceso, quienes a modo de transmisión de experiencias y construcción de un diálogo, permitieron darle cuerpo a la intervención con este grupo de estudiantes tesistas. La descripción de esta intervención en tanto buena práctica permite visibilizar que el trabajo contempló diferentes ejes de trabajo, en una comunidad educativa particular, que articularon el abordaje de demandas en torno a la saludmental de estudiantes universita- rios/as, temas de convivencia y aspectos propios de los procesos académico/formativos. Respecto a la evaluación del proceso, fue posible rescatar el valor de haber identificado inicialmente las diferentes aristas en tensión, reconocer a todos/as los/as actores/as clave de la comunidad involucrados/as en la problemática para hacerlos/las parte de su abordaje y finalmente el haber definido acciones concretas que se tradujeron en apoyos efectivos frente a necesidades estudiantiles emergentes. En esta misma línea, hubo dos aspectos que levantaron interrogantes posteriores a la realización de la intervención. Una de ellas a propósito del lugar que tuvo la encuesta, dado que surgieron ciertas aprehensiones respecto al uso de instrumentos que tienden a generar expectativas que no necesariamente se retoman ni resuelven dados losmárgenes
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