Salud mental universitaria: voces, trayectorias y prácticas situadas

SALUD MENTAL UNIVERSITARIA • 361 Este proceso de acompañamiento duró tres años con frecuencia de atención variada, en la que hubo periodos de mayor intensidad en el trabajo. Se trató del caso de un es- tudiante de 19 años al inicio del trabajo, quien vivía con su familia. La consulta a la DAE sucede tras un cuadro de ideación suicida gatillada a raíz de una situación de importante frustración académica. Situación que implicó la activación del protocolo de urgencias de salud mental de la Facultad y, dado que existía un riesgo medio, se procedió al contacto con la familia para la pronta atención del estudiante por un médico psiquiatra, mientras el acompañamiento hasta la adherencia a dicho tratamiento se mantenía activo. Tras la atención psiquiátrica surge el diagnóstico de un trastorno mental grave, opinión profe- sional que es rechazada contundentemente por la familia. En ese punto, la intervención articulada entre el psiquiatra y la profesional de la DAE trató de referir el caso a la red pú- blica de salud para activar las Garantías Explícitas en Salud (GES), no obstante la gestión fue rechazada por la familia. Tras este escenario, además demantener el trabajo con el psiquiatra en la red privada, se activó una derivación psicológica al CAPs con positiva adherencia del estudiante al proceso. En esta nueva veta de trabajo y en base al consentimiento del estudiante, fue ne- cesario un diálogo entre la psicóloga del CAPs y la profesional de la DAE a fin de esclarecer la diferenciación de roles, y permitir a la profesional DAE enfocarse en un acompañamiento más distanciado con foco en el proceso académico/formativo y la vida universitaria del estudiante. De hecho, eso favoreció la integración del ámbito académico en el seguimien- to, dadas las necesidades del estudiante en torno a su carrera. Este trabajo tuvomomentos críticos que resultaron bastante desafiantes enmúltiples niveles dada la alta complejidad del caso. Por ello fue indispensable que la profesional de la DAE contara con el espacio de trabajo en torno a casos al interior del equipo DAE, así como instancias periódicas de coordinación con los/las agentes intervinientes a fin de propiciar la articulación interdisciplinar, y evitar la sobre-intervención más en consi- deración de todas las aristas en cuestión. Uno de esosmomentos críticos estuvo gatillado por la interrupción abrupta del tratamiento psicofarmacológico debido a varios factores, entre ellos por el rechazo familiar al diagnóstico crónico del estudiante. Coyuntura que se tradujo en situaciones de exposición del estado de descompensación del estudiante en espacios universitarios en los que la integridad del estudiante estaba en cuestión, y que otorgó aún mayor relevancia al trabajo articulado entre los/as profesionales tratantes y los/as actores/as de la institución que trabajaban con el estudiante desde la esfera aca- démica y de la DAE. Por cierto, varias veces fue necesario reafirmar el encuadre de trabajo en Consejería, dados los límites del dispositivo frente casos de alta complejidad. Posteriormente, un periodo demayor estabilización hizo posible instalar procesosmás reflexivos respecto a importantes temas que el estudiante necesitaba abordar sobre su carrera universitaria, tales como un cuestionamiento vocacional y unmuy precariomanejo

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