Salud mental universitaria: voces, trayectorias y prácticas situadas

334 • SALUD MENTAL UNIVERSITARIA la Dirección de Bienestar y Desarrollo Estudiantil y la Dirección de Salud Estudiantil entre las más relevantes. Se observan conmás claridad ciertos nodos al interior de la red social de trabajadores/ as de la salud mental en la Universidad y se va instaurando unametodología de trabajo propia, altamente respetuosa del quehacer y de la diver- sidad de cada territorio. Respecto de la percepción que estos/as pro- fesionales tienen de las DAEs, algunos/as identi- fican el predominio de una postura asistencialista y paternalista hacia los/las estudiantes, centrada en sus vulnerabilidades; en otras DAEs se destaca la importancia de la independencia y de la auto- gestión en su experiencia universitaria, también semencionan otras que enfatizan el rendimiento académico y las expectativas al ser “estudiantes de excelencia” y la visiónmayoritaria que concibe a los/las estudiantes como personas integrales. En cuanto a la percepción que dichos profesiona- les tienen de los/las estudiantes, predomina una concepción dinámica y evolutiva, no pierden de vista que se trata de personas en continuo cam- bio y que necesitan cumplir amplias tareas en una etapa particular de su desarrollo. Visualizan a los/las estudiantes como personas altamente resilientes y reflexivas, con altos niveles de au - toexigencia, el rendimiento académico confor- maría gran parte de su autoestima e identidad. Ven estudiantes provenientes de contextos con complejidades afectivas, relacionales y económi- cas importantes, con una baja tolerancia a la frus- tración y muy sensibles a las transgresiones de sus derechos. Algunos/as visualizan en ellos/as una postura clientelar respecto de la institución educativa, otros los ven idealistas ymuy compro- metidos con la misión institucional (Riquelme, D. 2018). Sobre las fortalezas en su quehacer, distin- guen que pueden trabajar en equipo con sus DAEs respectivas, que logran brindar una aten- ción oportuna en la mayoría de los casos, que los niveles de adhesión del estudiantado a las intervenciones psicoterapéuticas son altos; que pueden desarrollar su trabajo con bastante au- tonomía y creatividad, observan la necesidad de formarse continuamente dado que se trata de un contexto de trabajo altamente desafiante, señalaron su sentido ético y compromiso con quienes consultan. También valoraron la posi- bilidad de realizar docencia e investigación en el área, y aportar desde su experiencia. En cuanto a la percepción sobre el trabajo efectuado desde la DIRBDE, lamayoría hace una evaluación positiva del espacio, y destaca la po- sibilidad de auto observarse en el rol, de pensar la práctica desde una postura crítica, de generar un trabajo colaborativo en el que se compartan diversas experiencias. Destacan la confianza y el respeto construido entre pares, que posibilita el despliegue de acciones de contención y cuidado mutuo. También señalan la importancia de esta instancia como un agente que centraliza y coor- dina información atingente al área; valoraron las acciones de articulación intra y extrauniversita- rias que mejoren la atención entregada a los/las estudiantes. Por otra parte, mencionaron como obstaculizador el escaso tiempo disponible para participar de esta instancia, dado que se prioriza la atención psicoterapéutica individual de los/las estudiantes por sobre otros ámbitos de acción. Situación que podría influir negativamente en el propio bienestar de los/las profesionales (por una eventual sobrecarga de atenciones psicote- rapéuticas) y también podría poner en riesgo la mantención de esta red profesional en el tiempo.

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