Salud mental universitaria: voces, trayectorias y prácticas situadas
SALUD MENTAL UNIVERSITARIA • 311 fuertemente ha generado ese tipo de movilización de estudiantes que ni soñaban con la educación superior y de repente están dentro de una Universidad altamente selectiva y sobreexigente. Hay que entender lo que eso implica desde el punto de vista de la respon- sabilidad institucional para acompañar el proceso, no sólo de formación sino también de instalación de otra manera de plantearse frente al proyecto de vida, finalmente. Yo creo que ahí, todo lo que avancemos en la configuración de un Bachillerato cada vez más amplio y que efectivamente no sea sólo para aquellos que no les alcanzó el puntaje, sino que también contribuya a entregar elementos para la toma de decisiones vocacio- nales a personas que no han tenido orientación profesional en la vida escolar y no tienen otros modelos con educación superior, va ser también un factor protector. Si uno ve las postulaciones de los estudiantes SIPEE, y lo hemos contadomuchas veces, una buena parte de nuestros postulantes postula a Medicina, Ingeniería y Derecho. Eso no es una postulación vocacional, eso tiene que ver con la oportunidad de la movilidad social que es muy legítima y hoy día, con gratuidad, más aún. Se apuesta la canasta fami- liar completa en la decisión y éxito de ese/a estudiante, imaginen el peso que eso tiene. Además, ingresa a una carrera extremadamente exigente y quemás encima no ha elegido por vocación, porque nunca se enteró de que había otras alternativas que eventualmente podrían coincidir mejor con lo que le gusta hacer, con aquellas cosas en las que se es bueno/a. Aquí cualquiera que es bueno en matemáticas tiene que ser ingeniero, es muy brutal. Entonces, estos programas de inmersión a la vida universitaria en los veranos — que algunas Universidades promueven— son muy importantes y el propio Bachillerato puede llegar a ser muy importante en una configuración de intereses distinta, gustos y preferencias distinta a la que hemos tenido hasta ahora. Una segunda cosa que yo creo, si pienso en los desafíos, es una diversidad pensada para un modelo de estudiantes de dedicación exclusiva en jornada completa. Cada vez más, cuestiones como la gratuidad han incidido en que estudiantes trabajadores ingresen gradualmente a incorporarse a nuestros programas regulares, ya no sólo buscar la Univer- sidad vespertina sino que nuestros programas. Entonces, la posibilidad de dejar de pensar los carriles como tubos y tener alternativas de trayectorias académicas diferenciadas, es algo que deberíamos plantear. Están no sólo los/as estudiantes trabajadores/as, están los/as estudiantes padres y madres, eventualmente los/as estudiantes de regiones que también pueden tener algunas otras presiones para efectos de tener el continuo tal como lo pensamos. Yo sé que hoy día eso está muy tensionado por las dinámicas de financia - miento del arancel que ponen presión a la duración lineal de las carreras. Entonces le quita mucha flexibilidad a los/as estudiantes porque se podrían eventualmente demorar más y ser exitosos si el financiamiento fuera basal o al menos al crédito cursado y no pero al
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