Salud mental universitaria: voces, trayectorias y prácticas situadas
SALUD MENTAL UNIVERSITARIA • 293 posibilidades de una mejor calidad de vida y convivencia democrática para y con todos/as. CONCLUSIONES La serie de diálogos descritos con estudiantes y profesionales de la saludmental, además de un marco de conceptos propios de la comuni- cación, nos invitan a cerrar nuestro análisis con algunas ideas que esperamos puedan ser un aporte tanto al desarrollo del proyecto co- municacional en curso, acerca de salud men- tal universitaria, como a un debate de mayor aliento sobre la forma en que la Universidad de Chile —y seguramentemuchas otras institucio- nes de educación superior— abordan la comu- nicación en los proyectos que desarrollan. Las conclusiones del escrito son resumidas en tres ideas principales. El primer punto que interesa destacar se trata de una lectura de las condiciones institucio- nales necesarias para realizar aportes en comu- nicación. Creemos que la comunicación, como acción basada en una estrategia con objetivos claros que fortalezcan el abordaje institucional sobre saludmental, debe ir acompañada de un contexto operativo de recursos y profesionales capacitados en el área, dado que la condición actual genera una presión y carga de trabajo en equipos que se sienten desbordados por la tarea. Aunque la gestión de la comunicación es vista con la importancia que se le debe dar, son muchos los profesionales que declaran un desconocimiento general de técnicas y he- rramientas para poder diseñar las campañas comunicacionales que idealmente querrían desarrollar. En segundo lugar, creemos que la estrategia comunicacional debería ser transversal a los dife- rentes equipos y áreas que componen cada unidad académica y los se rvicios centrales. La creación de espacios de encuentro y diálogo entre dife- rentes áreas, con el objetivo de transmitir y po- sicionar ideas fuerza y formas de transmitirlas, permitirán dar una respuesta cohesionada e institucional en temáticas como la saludmen- tal de los y las estudiantes. Al mismo tiempo, se transformará en un espacio para descubrir nuevos hallazgos dentro de los propios equipos de trabajo que, sin asumir nuevas responsa- bilidades que afecten su carga laboral, darán cuenta de puntos de vista multidisciplinarios que alimentan una mejor comunicación ins- titucional, al mismo tiempo de fortalecer la identidad colectiva sobre las campañas que se realicen. La tercera conclusión que es preciso seña- lar tiene relación con las metodologías con que abordamos la comunicación en dos aspectos. Por un lado, la importancia del desarrollo de diagnósticos que provengan del trabajo de campo que involucre a los públicos objetivos, que los y las haga partícipes de las campañas que se busca desarrollar, sean ellas de gran escala o para fines específicos y demenor pro- yección en el tiempo. Una definición de comu- nicaciones puede, en la mayoría de los casos, ser poco efectiva si está sustentada en la visión de un grupo reducido y focalizado de personas, dilema con el que los propios profesionales de la comunicación deben lidiar habitualmente. Las variables con que percibimos y construi- mos nuestra realidad poseen un sesgo que es imposible de evidenciar si no son puestos a prueba con otras personas. En el contexto ac- tual, por tanto, la participación no se trata sólo
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