Salud mental universitaria: voces, trayectorias y prácticas situadas
276 • SALUD MENTAL UNIVERSITARIA Como consecuencia, resulta lógico pensar que no sólo sean las unidades de apoyo estudiantil quienes deban considerar el tema, sino también todas aquellas aristas vinculadas a lo académico. La relación entre la formación y la saludmental debe ser puesta al menos en relieve, de modo de visibilizar falencias y fortalezas asociadas al problema, a fin de proponer alternativas orientadas a la armonía entre estas dos dimensiones. Como tercer aspecto, es precisomantener unamirada atenta a las constantes trans- formaciones que vive el estudiantado a nivel de sus dinámicas y lógicas intersubjetivas, e identificar las implicancias que éstas pueden tener en la saludmental del estamento. En virtud de lo descrito, resulta interesante centrarse en uno de los principales factores que ha modelado las dinámicas y lógicas de la vida estudiantil en el último tiempo: se trata de las nociones intersectoriales que ha instalado el feminismo para la transformación de la estructura institucional (Allende y Jara, 2018). La crítica al pa- triarcado, marcada por la inequidad y la alusión a prácticas violentas, ha posibilitado también el surgimiento de nuevas formas de pensamiento y de convivencia, con una perspectiva valórica y política distinta “…un nuevo feminismo surge de la brecha gene- racional, sin conocimientos acabados sobre la historia y teoría del movimiento feminista, pero con la fehaciente convicción de que es necesario transformar aspectos transversales de la educación chilena” (Follegati, 2018). Las movilizaciones feministas del 2018, que visibilizaron al patriarcado como una dimensión cultural y transversal, posibilitaron la identificación de vicios cotidianos y otros elementos de carácter estructural que dañaban la calidad de vida en el contexto de una institución de educación superior. Al mismo tiempo, el cruce entre la salud mental y el feminismo otorga la posibilidad de dar un giro que tribute hacia el desa- rrollo de innovaciones a nivel institucional y comunitario, que vayan en beneficio de mejores relaciones de convivencia y bienestar. La apertura a nuevas formas, acciones y criterios es un recurso importante que hoy ofrece el feminismo para la construcción de espacios más seguros e igualitarios para la socialización. Finalmente, en relación con la información, las reflexiones y las propuestas revi- sadas en este escrito, en materia de convivencia, participación, comunidad y salud mental, podemos decir que éstas forman parte de procesos de largo aliento y que implican cambios culturales complejos. En pro de ello, debemos visibilizar los avan- ces que se registren y proponer iniciativas diversas que apunten amejores formas de relacionarse y a la construcción de espacios más saludables. Nuestro desafío como institución es favorecer aquellos aspectos que nos parecen relevantes para mejorar la calidad de vida estudiantil, por lo cual el apoyo institucional termina siendo clave para la integración social, la continuidad y el involucramiento académico, y favorece el sentido de pertenencia estudiantil (Strayhorn, 2016).
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