Salud mental universitaria: voces, trayectorias y prácticas situadas
252 • SALUD MENTAL UNIVERSITARIA La dimensión de calidad de vida abarca la atención de la salud física, mental y socioemo- cional de las, les y los estudiantes; la formación de liderazgos; la gestión personal, el deporte recreativo, representativo y formativo y la ac- tividad física; el apoyo económico arancelario, de residencia y emergencias; la organización estudiantil, la promoción de redes y la partici- pación socio-política, entre otras actividades. El aprendizaje, por otro lado, considera ini- ciativas de apoyo al logro académico realizadas fuera de la sala de clases, no dependientes en forma directa de los/as/es docentes, que inclu- yen diagnósticos, caracterización académica, nivelación, tutorías, orientación ymentorías; y se proyecta incluir apoyo al egreso con foco en la empleabilidad y fomento de la participación en investigación. Finalmente, la enseñanza se enfoca en el desarrollo de la docencia centrada en el/la/ le estudiante; el acompañamiento en la im- plementación de innovaciones que permitan beneficiarse del aprendizaje en contextos de diversidad y el desarrollo de instrumentos de evaluación pertinentes que permitan la re- troalimentación oportuna sobre logros y di- ficultades de aprendizaje. En consecuencia, a continuación se presenta la caracterización de las necesidades presentes en la trayectoria aca- démica de los/as/es estudiantes, que da cuenta de brechas para el acceso a la participación de la vida universitaria. En el contexto reciente de los últimos 3 años, los/as/es estudiantes identifican diver- sos factores genéricos que han afectado a la dimensión de calidad de vida durante su estu- dio: síntomas de ansiedad, miedo, estrés y can- sancio vinculados a los cambios producidos desde la presencialidad a la virtualidad de la enseñanza y de la vida doméstica que implica asimilar y combinar en poco tiempo ritmos de trabajo-estudio-vida familiar; la experiencia de confinamiento y la incertidumbre sobre las condiciones sanitarias, económicas y políticas vinculadas a la pandemia SARS-COV. A esta situación se agreganmalestares cor- porales y psicológicos vinculados a las condi- ciones de estudio en virtualidad que conlleva estar muchas horas frente al computador, así como también se identifican fuertes emocio- nes vinculadas a las evaluaciones, ansiedad en la construcción de los trabajos y en la es- pera de las notas, inseguridad sobre el apren- dizaje realizado, autoevaluación negativa de su proceso de trabajo e irritabilidad ante los primeros resultados que no coincidían con sus expectativas. No sólo en ámbitos vinculados a la vida fa- miliar, laboral o académica se han visto dificul- tades, sino que también se reportan adversida- des en la organización y disfrute de espacios de ocio necesarios para mantener procesos creativos, de descanso y de socialización. Re- portan una falta de alternativas para distraerse o tomar distancia de los factores estresores, puesto que las restricciones de salida impidie- ron por mucho tiempo la movilidad fuera del hogar, el cual era concebido por muchos/as/es como un espacio para despejarse. En esa línea, fue difícil pensar en dedicarse a cosas diferentes al estudio y el descanso, de modo que estas dos áreas de la vida estudiantil se vieron principalmente interferidas por las dificultades para estudiar y conciliar el sueño o tener un sueño reparador. También señalan como una dificultad no tener incorporada una
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