Salud mental universitaria: voces, trayectorias y prácticas situadas

234 • SALUD MENTAL UNIVERSITARIA cartan las acciones que no han tenido frutos. A su vez, desde la DAE compartimos nuestras experiencias técnicas en el trabajo desde las prácticas restaurativas, por medio de talleres y reuniones en donde en cada sesión se van creando las herramientas. La caja de herra- mientas es particular a cada organización estu- diantil, considera la cultura de esta, sus miem- bros y objetivos, sea política, social, cultural y/o deportiva, entre otras. Esta experiencia ha permitido que las organizaciones se conozcan entre sí, desplieguen sus fortalezas, en tanto presentan sus experiencias, pero también sus vulnerabilidades lo que les permite en conjun- to pensar formas más adecuadas de abordar situaciones problemáticas, como diferencias políticas o situaciones de acoso sexual. Esta experiencia de colectivización ha generado en las, les y los estudiantes participantes (la ma- yoría estudiantes que sólo habían tenido clases en línea por las medidas sanitarias) unamayor sensación de pertenencia y bienestar subjetivo al estar participando activamente en grupos de pares, pero a la vez siendo escuchados y acompañados en sus conflictos por alguien de la institución. Así también es interesante que la demanda de trabajo surja desde el equipo DAE, pero que las organizaciones estudianti- les la tomaran y se apropiaran de la forma de solución, ya que se veía incapacitados/as/es de abordar muchos de estos conflictos , aludir no tener herramientas y no saber qué hacer. Cabe señalar que esta experiencia está aún en curso, y finalizará el primer semestre de 2022. Con ambas situaciones presentadas, la ecuación freudiana que define qué sería la sa- lud, la capacidad de amar y trabajar (Errázuriz, 2006), encaja bastante bien. La posibilidad de que los estudiantes puedan vivir su experiencia universitaria de una mejor forma, ser agentes activos en resolver sus propias dificultades y poder estar en la Universidad, nos muestra que las intervenciones que consideran a la comu- nidad, sea ésta representada por un curso, un Departamento de carrera o una organización estudiantil, ayudan a mantener el bienestar subjetivo ymejorar la saludmental de los/as/es estudiantes. Llegar a espacios en donde los dis- positivos se entrelazan y se trabajan las prác- ticas restaurativas permite ensanchar nuestra escucha y pensar intervenciones cuyo origen y objetivo no sea el castigar o estigmatizar a los/ as/es estudiantes que se han visto involucra- dos, sino que más bien, sea agenciar la subje- tividad de estos/as/es estudiantes y permitir que ellos/as/es mismos/as/es puedan abordar estas situaciones. Situaciones que reflejan los modos culturales de lo social en relación a la perspectiva de género (Buquet, 2021) y a su vez replican la Universidad con la institucionaliza- ción del mismo (Santos, 2021). Tal como señala Mariana Gaba: No es lomismo que estas nuevas arquitecturas de género(s) se encarguen de las necesidades consideradas específicas de grupos catalo - gados como vulnerables, ya sean las mujeres o la comunidad LGBTIQ++, que pensar en la necesidad de repensar la Universidad como or- ganización que debe transformarse en un nivel cultural y estructural profundo (Gaba, 2020). Es por esto que para abordar el fenómeno de la saludmental en la Universidad, resulta de suma importancia realizar intervenciones que trabajen con una perspectiva de género más

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=