Salud mental universitaria: voces, trayectorias y prácticas situadas
SALUD MENTAL UNIVERSITARIA • 231 hemos realizado son las siguientes: * Mediaciones: Directas o indirectas entre las personas involucradas. * Círculos de conversación e información: con grupos y organizaciones estudian- tiles. * Reuniones restaurativas: promover el diálogo en situaciones conflictivas (Hur- tado, 2022). Los dispositivos bajo estamirada son diver- sos (Schmitz, 2020) y lo que hace a una inter- vención pertenecer a esta manera de abordar los conflictos son ciertos principios mínimos y ciertas disposiciones institucionales (Hurtado y Galeas, 2020) que permitan sostener su eje- cución. El primer principio que consideramos central es la voluntariedad de participar de los estudiantes involucrados, para conformar así “las partes” 4 y dialogar; estas son: la persona o grupo afectado, la persona o grupo ofensor y parte de la comunidad que se haya visto aque- jada por la situación, generándose un proce- so participativo e inclusivo (Zehr, 2015). Las prácticas restaurativas siempre están sujetas a las participación voluntaria de las partes en todo momento y si en algún momento alguna parte desea desistir del proceso esa acción es totalmente viable, y si fuera posible, el proce- so se reconfigurará con los/as/es actores/as dispuestos a trabajar. Este es un punto central, ya que al voluntariamente participar en estos procesos existe unmayor involucramiento en 4 Nombre que se otorga desde la justicia restaurativa los sujetos o grupos im- plicados en la situación conflictiva o donde no hay acuerdo. la cuestión, lo que facilita el trabajo de respon- sabilización (Karp, 2015; Llewellyn, 2015) y la creación de modos de reparación y cumpli- miento de acuerdos que puedan surgir de los dispositivos (Karp, 2015). El segundo princi- pio es enfocarse y trabajar sobre la situación conflictiva más que sobre las características personales de los involucrados, lo que ayuda a alejarse de los binomios bueno y malo , víctima y victimario , entre otros (Karp, 2015; Albertín, 2017). Esta arista dialoga de forma muy inte- resante con las terapias psicológicas ya que otorga unamayor movilidad subjetiva al poder nombrarse y ser nombrado de una manera distinta (Albertín, 2017), en vez identificarse solamente con el significante de víctima o victimario por ejemplo. Finalmente, el tercer principio es que el objetivo de la intervención, sea cual sea (Schmitz, 2020), es puesto por las partes o personas involucradas en la situación y no por los profesionales que facilitan estos procesos (Pranis, 2015). En este sentido, el éxito o fracaso de la intervención se sostiene principalmente en la voluntad de las partes de abordar la situación, de reconocer el daño o la afectación (en caso que exista) y en la po- sibilidad de generar acuerdos que permitan el encuentro entre la comunidad resquebrajada (Hurtado y Galeas, 2020). La tarea que tienen los facilitadores de prácticas restaurativas es sostener el proceso de forma respetuosa, neu- tral y confidencial y su objetivo es promover, siempre y cuando esté la disposición de las partes, el diálogo (Hurtado, 2022; Karp, 2015). Como Dirección de Asuntos Estudiantiles hemos trabajado estas prácticas además desde una perspectiva de feminismos antipunitivis-
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