Salud mental universitaria: voces, trayectorias y prácticas situadas
SALUD MENTAL UNIVERSITARIA • 229 asuntos familiares-económicos, de vivienda, o integración, pueden ser abordados desde dis- tintas unidades y profesionales, y no siempre tener que tomar estas situaciones un disposi- tivo psicológico. De hecho, en una encuesta realizada a estudiantes pertenecientes a las diversidades sexuales de la Facultad acerca de su experiencia universitaria (De Torres y Hurtado, 2021), se planteó como una necesidad importante la despatologización de las identi- dades trans y no binarias, para que la Univer- sidad de a poco vaya construyendo espacios de atención estudiantil que permitieran un acompañamiento a la subjetivación de ellos/ as/es mismos/as/es, más que enfocarse sola- mente en “ nuestras faltas o fallas para lo hetero- cis ” (De Torres y Hurtado, 2021), como dijo un estudiante. Es más, los resultados plantean la importancia y necesidad de un trato igualitario al resto de los estudiantes de parte de las uni- dades de gestiónmás que un trato diferenciado (De Torres y Hurtado, 2021), lo que coincide con el deseo de un trato similar de sus pares hacía ellos/as/es mismos/as/es, incluso desde losmovimientos feministas (Hiner y Troncoso, 2021), en función de lograr un mejor paso por la Universidad y una mejor situación. Como podemos ver, al escuchar de modo más amplio y agudo el malestar que traen los estudiantes enmarcados dentro de las proble- máticas de género, se percibe que estos no demandan solamente terapias reparatorias o transformadoras exclusivamente ligadas a dis- positivos psicológicos, ya que estos, como vi- mos, son insuficientes, sino que también bus- can ubicarse dentro del entramado estudiantil como estudiantes activos/as/es y reconocidos/ as/es dentro de su paso por la Universidad. De esta forma, el género en la institución univer- sitaria tiene efectos en las relaciones sociales, en las relaciones de poder y en cómo compren- demos y producimos el conocimiento (Vera, 2021). Por lo tanto, es muy probable que en una institución cuyo objetivo principal es la formación, como la Universidad, el género se entrelace en todos los recovecos y modos de relacionarnos institucionalmente (Rubin, 1986; Ahmed, 2012). Es decir, el género está presente en los encuentros e interacciones co- tidianos, en los pasillos, las bromas, en el aula, etc. (Hooks, 1994), no obstante, parece ser que éste se visibiliza y resalta cuando aparece apa- rejado a una situación problemática como es la violencia y el acoso. Sin embargo, el bienestar subjetivo y la salud mental estudiantil deben pensarse de forma más amplia, con una pers- pectiva de género que considere fenómenos como la violencia pero también otras situacio- nes, como la integración y el reconocimiento (Hurtado, 2022). POSIBLES SALIDAS En este contexto, donde vemos que el abordaje en los modelos de atención universitarios de los temas de género tiende a quedar coaptado por los dispositivos psicológicos, es que nos pa- rece importante presentar nuestra experiencia en el abordaje de algunos de estos temas desde las prácticas restaurativas. Este dispositivo no busca descartar o desacreditar el trabajo de las unidades psicológicas o de salud mental de la Universidad ante las problemáticas de género, sino que complementar estos abordajes e in- cluir la variable comunitaria o colectiva, para darlemayor tejido a la perspectiva de género ins-
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