Salud mental universitaria: voces, trayectorias y prácticas situadas
210 • SALUD MENTAL UNIVERSITARIA puede tener consecuencias en la extensión de la carrera, en el rendimiento académico e incluso en la disminución de sus expectativas y proyección académica (Estupiñan yVela, 2012; INJUV, 2015; DIRBDE, 2019), lo que evidencia la brecha aún presente en cuanto a la inclusión de las mujeres en el espacio público, y afecta también su incorporación al mundo laboral/ profesional en igualdad de condiciones. La sobrecarga académica se suma a la so- brecarga en sus rutinas diarias, las cuales con- sisten en levantarse muy temprano, dormir poco, trasladarse en transporte público largas distancias junto a sus hijos/as, coordinar la organización cotidiana del cuidado y partici- par de trabajos remunerados, lo cual ha impli- cado un desgaste enorme en su salud física y mental, y afectado también su disponibilidad y relación con sus hijos/as y amigos/as. Para Paula este escenario fue sumamente difícil, el intenso desgaste y la inestabilidad emocional que experimentaba derivó en su retiro de la Universidad luego de múltiples interrupcio- nes, para volver a ingresar a la misma carrera un tiempo después con una profunda desmo- tivación con el proceso formativo, cuando ya requería ayuda profesional para sobrellevar las dificultades que estaba experimentando. (…) le daba leche a la E, iba a clases, volvía y el trayecto en la micro y todo fue bastante agotador, bajé mucho de peso, en términos emocionales no tenía una buena vida, era un entorno que no era, digamos, apto para que se desarrolle un bebé, así que sobreviví a ese año y luegome fui a vivir conmi mamá (Paula, 2020). Otra de las esferas que las participantes relatan haber visto afectada es la social, espe- cíficamente en relación a la dificultad de parti- cipar de instancias de encuentro de pares en la Universidad, hacer amigos y relacionarse con sus compañeros/as de carrera. En ese sentido, la crianza es planteada como una prioridad que restringe su participación en otras activi- dades, por la que se debe postergar o anular otras áreas de la vida personal, lo cual se ve acrecentado por el desfase académico que obs- taculiza su integración en grupos dentro de la carrera. Así entonces, es posible agregar que la forma en que se desarrollan las actividades colectivas en el espacio universitario no parece ser compatible con otras responsabilidades fuera de lo académico. Algunas de las tensiones y dificultades que experimentan las participantes se vieron in- crementadas producto de la pandemia de CO- VID-19, la cual, como fuemencionado previa- mente, ha agudizado la crisis de los cuidados. En ese sentido, la suspensión de clases en los jardines infantiles sumada a los impedimentos para el encuentro entre las personas imposi- bilitó el acceso a las redes de apoyo regulares para el cuidado de sus hijos/as, asunto que de- bió ser atendido principalmente por las estu- diantes. En ese contexto, la irrupción de la Univer- sidad al espacio doméstico-cotidiano a través de la docencia en línea, significó en algunas ocasiones mayores obstáculos a la posibilidad de conciliar sus responsabilidades, en especial surgieron gastos que antes no estaban presen- tes (como por ejemplo la alimentación que era entregada por el jardín infantil), conflictos en la convivencia que alteraban el ambiente en
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=