Salud mental universitaria: voces, trayectorias y prácticas situadas
186 • SALUD MENTAL UNIVERSITARIA VIDA UNIVERSITARIA: Entrelazamiento de lo histórico con lo actual La llegada a la vida universitaria se consoli- da como un escenario con nuevas redes dis- cursivas, normativas y prácticas propias de un espacio institucional en las que los sujetos se posicionan desde sus propias trayectorias y en permanente dialéctica con lo dispuesto por el campo universitario. Desde la experien- cia de estos/as/es 3 estudiantes, la llegada a la Universidad fue formulada como un nuevo comienzo y nuevas oportunidades que a su vez generaban ciertas frustraciones en la medida que se configuraban desafiantes escenarios de adaptación. Tal como señalamos previamente, los ma- lestares estudiantiles en la etapa de la educa- ción superior surgen en coyunturas muy va- riadas, determinadas por una serie de factores de las trayectorias de vida, de la subjetividad de los/as/es estudiantes, así como de las expe- riencias derivadas de los encuentros/desen- cuentros cotidianos con otros en el contexto universitario. No obstante, a partir de los 3 ca- sos considerados, es posible señalar que estos malestares singulares se entrelazan, actualizan y resignifican con las disposiciones transversales de la vida universitaria tales como las expectativas de desempeño/rendimiento, los desafíos en la esfera de la sociabilidad, la consolidación de elementos identitarios, por mencionar los más relevantes. En cada uno de los casos, retoma- remos el ejemás significativo que entrelaza lo histórico con lo actual de la vida universitaria. Para Jessie, la experiencia universitaria im- plicó una puesta a prueba y actualización de su relación con los otros, con la cultura y con lo social en dos dimensiones: respecto a los temas identitarios y en referencia a las dinámi- cas de rendimiento y competitividad académi- ca. A esta altura profundizaremos solamente la dimensión identitaria. Honneth (1997a) se- ñalaba que el reconocimiento intersubjetivo hacía posible consolidar la construcción de la identidad y aquello que llama la “autorelación lograda” (p. 165). Aquello sucedió efectivamen- te con Jessie en la medida en que el reconoci- miento de pares fue definitorio para su senti- miento de pertenencia, y allanó en paralelo el afianzamiento de una salida subjetivada y aliviadora a sus preguntas: “¿Qué es lo que quie- ro? ¿Quién soy? ¿Qué me interesa?” . El destino de esta elaboración—politizada y colectivizada— fue su activismo en un colectivo que defendía precisamente uno de sus pilares identitarios. Por otro lado, para Victor el tránsito hacia lo universitario estuvomarcado por varios res- quemores tras una experiencia escolar en la que un ámbito de su intimidad se vio expuesto, situación de menoscabo que le significó mu- cho malestar. Más adelante, esta coyuntura dio lugar a un estado de inhibición. Durante la época universitaria aquello incidió negati- vamente en el plano de la sociabilidad, lo que lo llevó a estar en un constante ejercicio de reafirmación, mientras lo sintomático toma- ba gradualmente un matiz depresivo. En este sentido, el quiebre de la defensa inhibitoria en su caso sucedió gatillado por un afecto intem- pestivo para luego articularse con el consumo de alcohol. tomaba mucho y me pasaba mucho que yo en laU estabamuy feliz, auténticamentemuy
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