Salud mental universitaria: voces, trayectorias y prácticas situadas

180 • SALUD MENTAL UNIVERSITARIA jurídica; a la degradación, la ofensa y la humi- llación, en el tercer modelo de la solidaridad. Las distintas formas y dimensiones del des- precio tendrían efectos en órdenes inclusivos y de satisfacción o de exclusión y menoscabo, lo que evidentemente se puede rastrear en la salud mental de las personas que viven en una época bajo ciertas condiciones sociales y políticas (Honneth, 2010). En ese sentido, de acuerdo al autor, los órdenes de negación y de fallas en el reconocimiento se traducirían en conflictos sociales, que buscarían restituir una relación con el reconocimiento de los Otros y que ello permita cambios de esa condición de menoscabo y negación (simbólica y real). En tal sentido, bajo la clave del recono- cimiento, es posible observar y analizar las demandas sociales de las últimas décadas en Chile, que apuntan a la educación y a la cul- tura en un contexto de alta segregación; son aquellas —educación y cultura— los lugares de reproducción de esas lógicas de exclusión a gran escala. El movimiento de los secundarios (2006), el movimiento social por la educación gratuita y de calidad (2011), la demanda al Es- tado en defensa de las Universidades estatales, sin lucro y gratuitas (2016), el movimiento fe- minista (2018) y el estallido social (2019) son todos amplios movimientos, que critican y dan cuenta de fallas estructurales y prácticas de menoscabo por parte del Estado y sus políticas estructurales. En su conjunto demandan, jus- tamente, que se reconozca esa falla de orden político y sus consecuencias sociales, junto con crear e impulsar políticas estructurales que restituyan relaciones de igualdad, equidad e inclusión. A una escala sustancialmente dis- tinta, podríamos situar al giro politizado que toman las demandas estudiantiles en torno a salud mental que no son otra cosa que inter- pelaciones al Otro (en este caso institucional) respecto a ciertos patrones de convivencia en lo social en el contexto universitario. Ahora bien, al revisar los trayectos biográ- ficos desde la perspectiva de la salud mental, de acuerdo con la literatura, se entrecruzarían las dinámicas sociales (Ferraroti, 2007) y las esferas de reconocimiento (lazo social), así como el lazo filial, dentro del cual la relación con el reconocimiento del Otro tendrá un im- pacto significativo en la emergencia de crisis y sus formas de subjetivación, así como en la organización, a veces, de cuadros psicopato- lógicos. Y es que, a diferencia del mundo na- tural, el sujeto adviene en el mundo cultural a partir del reconocimiento primero y fundante de alguien que encarna las funciones del Otro y del lenguaje (Lacan, 2008). Posteriormente el reconocimiento y, por tanto, esa particular relación con Otros, incidirá en la construcción singular de los estilos de los lazos libidinales de cada uno con los Otros (Arenas, 2010; Arenas, 2018), en la emergenciamisma del sufrimiento psíquico, en la manera en que esas emergen- cias se identifican y se resuelven o se reprodu- cen y se perpetúan, así como en las formas de tramitación y subjetivación. Lacan, entre otros, subraya esas condi- ciones fundamentales que anteceden el na- cimiento del sujeto y de la vida anímica, en el momento en que Otro desea e impone un ré- gimen de vida, antes inclusive del nacimiento y a través del horizonte simbólico que precede la llegada del ser viviente. Vida que se articula en la lengua en la que se le da un nombre y un lugar, una herencia inscrita en la filiación y en

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