Salud mental universitaria: voces, trayectorias y prácticas situadas
122 • SALUD MENTAL UNIVERSITARIA pos parece deberse a un aumento de las tareas que habrían tenido que desempeñar los y las jóvenes universitarios/as al interior del hogar. De hecho, el porcentaje de integrantes de este grupo que reportan aumentos de tiempo de- dicado al cuidado de personas dependientes, asistencia con la educación de niños/as, la rea- lización de tareas de limpieza o cocinado, es invariablemente igual o menor que el repor- tado por las personas de los otros dos grupos. Ello no implica que no se perciba un aumento en estas actividades, de hecho, ese aumento es percibido en todos los grupos y, según in- vestigaciones previas de nuestro equipo, es especialmente fuerte en las mujeres (Vida en Pandemia, 2020), pero sí es claro que esa per- cepción de aumento es igual o inferior en los/ as estudiantes universitarios/as. Por otro lado, en lamisma línea de un estu- dio reciente de Baeza y Aravena (2021), explo- ramos la posibilidad de que la diferencia entre grupos se encuentre en el campo de la subje- tividad juvenil, la que podría orientarse hacia una tendencia a “individualizar” los malesta- res y por tantomanifestar mayores críticas ha- ciamedidas colectivas para enfrentar el Covid. Lamentablemente, nuestro instrumento no logró captar con claridad diferencias en este tema, pues se encontraron porcentajes muy similares en las respuestas de los tres grupos a afirmaciones como “las medidas contra la pandemia debieran centrarse en aislar a los adultos mayores y así permitir que los demás sigan su vida algomás libremente”, “un apren- dizaje de esta pandemia es que cada persona y cada familia debe prepararse por su cuenta para cuando ocurran situaciones como esta” y “yo habría preferido que para luchar con- tra este virus cada uno hubiera podido decidir libremente como sumarse, más que recibir órdenes”. Respecto de la presencia de actitudes crí- ticas a la forma en que la sociedad ha enfren- tado la pandemia, reflejada en la respuesta a afirmaciones como “en estos días me he senti- do parte de una sociedad que lucha colectiva- mente contra el virus”, “creo que en general, la gente no se toma tan en serio a este virus como se necesita” y “no he sentido que en esta pandemia haya la solidaridad y cooperación que ocurre en otros casos, como en los terre- motos”, el grupo de jóvenes universitarios/as semanifiesta levementemás crítico que los/as adultos/as y los jóvenes no universitarios/as, pero las diferencias son muy menores. También encontramos diferencias bastante menores en las actitudes hacia la intensidad con que se ha priorizado la protección de la salud en la pandemia, manifestada en un leve mayor nivel de rechazo a afirmaciones como: “la salud es muy importante, pero a veces las medidas que se tomaron para protegerla, como la cuarentena, fueron exageradas y generaron pobreza” y “las medidas que se han tomado para proteger la salud han sido excesivas pues quitan demasiada libertad a las personas”. Al igual que en el caso anterior, también los/as jóvenes estudiantes tendieron a ser le- vemente más críticos/as con la gestión del go- bierno de la pandemia, al calificarlo demenos efectivo, menos protector de las personas y menos verídico en su información, que sobre todo los/as adultos/as. Sin embargo, reitera- mos que las diferencias sonmuymenores y en algunos casos incluso no significativas. Donde encontramos algunas diferencias in-
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