Salud mental universitaria: voces, trayectorias y prácticas situadas
SALUD MENTAL UNIVERSITARIA • 121 En resumen, disponemos de resultados razonablemente consistentes: pese a algunas diferencias específicas que dependen de cada una de las preguntas que realizamos, en con- junto podemos afirmar que la pandemia tuvo un impacto importante sobre el bienestar sub- jetivo de las personas, que ese impacto, pese a una mejoría parcial, muestra una importante persistencia a lo largo del tiempo y que el gru- po de estudiantes universitarios/as se mantie- ne como el grupo más afectado durante todo el período, aunque su diferencia con los/as adultos/as y jóvenes no universitarios/as haya tendido a disminuir un poco en la segunda ola de nuestra investigación. ¿Cómo nos podemos explicar el que sean los/as jóvenes universitarios/as los/as más afectados/as por la pandemia? Para contes- tar esta pregunta, con datos de la segunda ola de nuestro estudio, hemos realizado diversas pruebas de asociación entre el resto de pregun- tas que incluimos en el cuestionario y los tres grupos que estamos analizando. Metodológica- mente consideramos que una variable podría explicar el mayor impacto de la pandemia en los/as jóvenes estudiantes universitarios/as, cuando encontramos diferencias significativas y con una diferencia superior al 10%en su pre- sencia en este grupo frente a los/as jóvenes no universitarios/as y/o a los/as adultos/as. Bajo este criterio, exploramos la posibilidad de que la diferencia entre grupos se deba a una incidencia diferencial del Covid en cada uno de ellos, pero descartamos completamente esa posibilidad, pues no hubo diferencias destaca- bles en la presencia de personas enfermas o fallecidas en el medio cercano o la familia de quienes pertenecían a cada grupo, ni tampoco en la percepción de riesgo de contagiarse con Covid. Con relación a la posibilidad de que la razón de que el impacto diferencial del Covid se pue- da deber a motivos socio económicos, encon- tramos que ello no parece ser exactamente así, pues el grupo de estudiantes universitarios/ as reportó iguales problemas de capacidad de pago de las necesidades familiares producto del Covid (posibilidad de pago de arriendo o dividendo de la vivienda, compra de bienes básicos, compra de medicamentos, créditos de consumo, entre otros) e iguales o menores pérdidas laborales para ellos mismos o su cír- culo familiar. La única excepción a este patrón uniforme fue que los/as estudiantes universi- tarios/as reportaron significativamentemayor riesgo de que su familia no pudiera pagar las mensualidades de algún establecimiento edu- cacional. De esta forma, mientras sólo el 13,9% de los/as adultos/as reportaron este problema, ese porcentaje subió al 19% en los/as jóvenes no universitarios/as y al 31,1% de los/as jóve- nes universitarios/as, es decir, más del doble que los/as adultos/as. Para continuar con la exploración de poten- ciales condiciones materiales que expliquen la diferencia entre grupos, investigamos si ellas podían deberse a diferentes percepciones res- pecto del acceso a internet, recurso clave en esta pandemia, pero tampoco encontramos diferencias dignas de mención. De esta for- ma, los tres grupos reportaron muy similares capacidades de conexión en celulares y domi- ciliaria, y una muy equivalente evaluación de la calidad de dichas conexiones. Quizá un poco más sorprendente que lo anterior, tampoco las diferencias entre gru-
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