Cuentos en periplo: campaña "Besa la vida, cuida tu boca"
BESO INSENSIBLE Autor: Oscar Eduardo Oteiza Ferrada Sonidos saturados en medio de un bostezo simulado, la disposición de ambas partes no siempre representa proporcionalidad, aun sabiendo que es un beneficio empañado por miedo e imágenes de la peor película de miedo basada en hechos reales, una creación del subconsciente generada por relatos de entornos cercanos y videos de internet. La mano empuñada en el abdomen arrugando la polera en la boca del estómago —es paradójico que ambas sean tocadas por personas distintas y una alivie el dolor de otra— dejando en evidencia un susto que se intenta disimular emulando falsa valentía. Aunque quisiera abrir los ojos, la luz no dejaría ver nada más allá de una evidente luz que pone el mundo anaranjado. Color que acompañaría 15 minutos el intento de oscuridad y evasión. La aprobación se hizo esperar más de la cuenta, hay voces reconocibles que se entrelazan en palabras técnicas —que se intentan interpretar— con alguien que da la aceptación del trabajo. Hay invasión en lugares que se acostumbran a tenerlo, pero de manera esporádica y decisión propia de su tiempo. La lengua hace un reconocimiento del nuevo contexto en que se vivirá por un tiempo, la bienvenida es interrumpida por un sabor neutro, difícil considerando el constante cambio. El naranjo interviene agresivo tras unos segundo al abrir los ojos, tan rápido como llega se va. El oído había sido el acompañante más fiel de hipérboles sensaciones, este se había vuelto un sentido secundario ante una protagónica vista en un reflejo vergonzoso. Las palabras traducidas se respondían con movimiento de aprobación transformado en un reflejo involuntario ante el momento. Un —gracias— por una ayuda necesaria, y un —disculpa— por la desconfianza. El prejuicio lamentablemente se hizo parte del aprendizaje, pero este último generó valor perdido en la primera vez. Con un nuevo vivir que constantemente se hacía presente al tratar de ignorarlo, se enfrenta una preocupación más aguda y necesaria de necesidades primarias. En espera la reacción de un tercero importante, con una sonrisa timorata. La obligación de hacerle sonreír para observar la nueva imagen que cubre lo que tanto ama. Las miradas cruzan complicidad con ingenuidad de un descubrimiento en conjunto. Juntaste ambas frentes, y evidenciaste tu boca en la mía, no logré sentirlo hasta que me sonreíste al separarte. Beso insensible, en tu boca dulce con sabor a menta. 55
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