Cuentos en periplo: campaña "Besa la vida, cuida tu boca"

-No. No. Risas no…Escuché una...-Mis dedos se recogieron, sentí un escalofrío, no sabía si lo que escribiría era cierto, pero en mi interior sabía que lo que oí, lo que me hizo desentenderse mi CIP, era algo perdido en el tiempo, como si de un archivo que no está totalmente borrado se tratase y sin embargo es algo fundamental que siempre ha existido en mí. Mamá irrumpió y sacó mis manos con impaciencia. - ¡¿QUÉ FUE LO QUE ESCUCHASTE!? -Su rapidez con los dedos junto con la angustia no le dio tiempo al cifrado para que lograse poner la tilde. -C a n c i ó n.-escribí como si fuera mi sentencia de muerte y mis manos cayeron, juntó con los espasmos, lágrimas corrían, pero no sabíamos cómo sollozar. Mamá miró con cara de espanto, sentí como sus pupilas se encogían. Tecleó al servicio central, era mi fin. -No, no era un rington, era diferente… no seguía un esquema si no que… fluía, fluía y alguien acompañaba aquella ‘’canción’’ con su…’’voz’’- escribí en la pantalla de la central después de todo el interrogatorio proyectado en varias pestañas que me preguntaban qué, donde y quien… -‘’De seguro era una dulce melodía, una de nuestros tiempos, de esos días donde de nuestros labios salían hermosos versos, donde besábamos y sonreíamos, donde bebíamos y comíamos usando nuestra boca, y también de donde salían los ataques más duros y crueles…aun así aquello era la base de nuestra sociedad, de nuestra cultura y nuestra historia, desde el hombre de la caverna que gritó hasta cuando el último que se opuso a este infierno en voz alta murió… es nuestra boca el terminal de nuestra mente y corazón, su canal, la voz.’’ Pestañeé algo atónita, supongo que era demasiada información para mí, pero sabía que aquel hombre hablaba y con la verdad, quién lo diría…nadie, pues nadie me había hablado hasta hoy. - ‘’Sé que te sorprende, acostúmbrate, ya no te haré gestos como cuando te encontré, solo hablaré y en nuestro viaje deberás aprender a hacerlo, al menos sabes escuchar y me entiendes, pero ya no podrás usar la computadora, la necesitamos para algo más importante, por el momento eres bienvenida con nosotros, nadie sobrevive por su cuenta en el exilio caluroso del concreto abandonado.’’ Dudé un momento antes de avanzar, sentí un frío sobrecogedor y mi mirada se perdió durante un instante infinito. - ‘’Ven, de camino cantaremos, y narraremos historias de amor que disfrutaban nuestros ancestros.’’-me dijo aquel hombre que por un momento me recordó a mi bisabuela y lo que nos escribió sobre lo que vivió del viejo mundo antes de su ‘’desconexión’’. - ‘’Amor…’’- fue la primera palabra que salió de mis labios con una extraña, nostálgica y grata sensación que me quemaba el pecho. Sonreí. 50

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