Cuentos en periplo: campaña "Besa la vida, cuida tu boca"
reaccionar y al ver a su marido le tomó fuertemente la mano y le dijo: ¡debemos hacer algo ahora mismo para que nuestra hija recupere su felicidad!. A partir de ese triste y revelador día los padres de Valentina comenzaron a hacer todo lo que estaba en sus manos para que ella recuperara su sonrisa. La llevaron al dentista, comenzaron un largo tratamiento con unos coloridos frenillos que mes a mes iban modificando la dentadura de la bella joven. Fueron un par de años en los cuales Valentina muchas veces sintió harto dolor, pero soportaba todo con alegría y esperanza de que pronto iba a tener su anhelada sonrisa perfecta. Y así fue como llegó el ansiado día en que debían retirar los frenillos de su boca, terminaron el procedimiento y le entregaron un espejo a Valentina para que se viera por primera vez con su nueva sonrisa y su nueva vida. Ella sentía que se le iba a salir el corazón del pecho, sus manos temblaban y cuando vio su reflejo y se sonrió no lo podía creer, al fin su sueño se había cumplido, ahora tenía una sonrisa que reflejaba su interior, con la cual podía demostrarle al mundo que era un joven feliz y llena de vida. Desde ese día ella y sus padres siempre han estado pendientes de su salud bucal, la llevan a sus controles y la ven día a día alegre y sonriente. Valentina al fin tiene unos dientes que brillan como perlas, una alegría inmensa y una experiencia por contar a todos los jóvenes y padres que muchas veces no toman la real importancia de la dentadura en nuestras vidas. 15
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