Ensayando (im)posibles

92 un inventario de esperas? ¿Cuánta belleza hay en un gesto? ¿En una acción? ¿En algo que está ahí, sin ser visto? ¿Qué hace un cuerpo para develar esas esperas? Y desde ahí, ¿cuánto pesa un cuerpo? ¿Cuánto volumen ocupa? ¿Cuánto permanece en el tiempo? ¿Qué cambia en el cuerpo cuando cambia el lugar? ¿El sonido? ¿La distancia con las cosas? ¿La distancia con las personas? ¿La distancia con el suelo? Y en este espacio, también llamado la sala de los pasos perdidos, nos preguntamos ¿y si perdemos los pasos? ¿Los movimientos? ¿Qué serían los movimientos perdidos? ¿Es posible hacer una “obra de danza” con movimientos perdidos? 1.3. Las reglas de la espera La pregunta respecto de la sala de espera, al formularla en esta conversación entre arquitectura y danza, ya no se remite solo a las normas del espacio, sino que también a la de los cuerpos. ¿De qué manera podemos conocer el “objeto” sala de espera? ¿Qué revela la danza? ¿Qué recoge la síntesis hecha por la arquitectura (objetos, posiciones de las cosas, posiciones de los cuerpos, instrucciones de uso) de la “vida real”? ¿Qué es lo que se regula en la sala de espera? Si se regula el cuerpo y sus movimientos, ¿quién (o qué) establece dichas reglas? ¿Cuál es la distancia entre (o los efectos de) las normas del espacio (efectuadas por objetos y dispositivos) y las normas del cuerpo? ¿Cuántas normas ya habitan el cuerpo? ¿Cómo hacer un paréntesis (no) reglamentado? ¿Cuánta distancia hay entre lo público del “espacio sala de espera” y lo privado de los mundos interiores que comparecen en él? ¿Podrá esta medida ser aquella distancia entre el ser cuerpo y el deber ser? 2. La sala de espera, obra de creación interdisciplinaria Trabajar con la sala de espera como punto de partida, para una pregunta acerca del espacio infra-ordinario y los movimientos perdidos del cuerpo de la espera, implica preguntarse qué rol pueden asumir la arquitectura y CAPÍTULO 2 LA TRANSFORMACIÓN PRESENTE

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