Ensayando (im)posibles

73 podemos comparar con un ‘tono’ sobre el cual luego estuviese afinado. Este tono tiene armónicos, similar a una nota de violín o de flauta. Al igual que dichos instrumentos, el lago vibra según una longitud de onda fundamental, a la cual se añaden las longitudes de ondas parciales” (30). La onda fundamental corresponde musicalmente a los tonos fundamentales Do, Sol, Re y La, y visualmente a los colores primarios rojo, verde, azul y amarillo. Cada uno de estos fue vinculado a un instrumento (flauta Do-azul, saxofón Sol-amarillo, violoncello Re-rojo y arpa La-verde) para poder utilizarlos como elementos compositivos de la partitura. De esta forma, al leer la página completa se podría ver la interacción de los instrumentos, visualmente desde sus diferencias cromáticas, y sonoramente desde sus distintas escalas. Este movimiento se inspiró en el trabajo de Salvatore Sciarrino, Studi per l’intonazione del mare (2000). En él, se usan los sonidos de tecla de una orquesta de 100 flautas y 100 saxofones para imitar el del agua cayendo sobre el piso en base a la notación contemporánea. A partir de la escritura utilizada por el compositor, nos inspiramos en conjunto con las ilustraciones del libro para generar un lenguaje que fuera comprensible y abierto a interpretación para los músicos (fig. 02). Todos estos elementos se pusieron en orden a partir de analizar la estructura de un trueno en medio de la tormenta, ya que “(...) su imagen visible sobre nosotros es el juego de las nubes que aparecen Fig. 02: Desarrollo de notación para la lluvia. A la izquierda, notación de Salvatore Sciarrino, al centro, dibujos de gota de agua, micro-remolinos e interior de chorro de agua del libro Caos Sensible, a la derecha, notación para violoncello en el movimiento de la lluvia. CAOS SENSIBLE

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