Ensayando (im)posibles
34 En el escrito ficcional de Sean Moscoso, llamado “Artistic knowledge and the Academy; as a field still under construction of definitions”, a través de un ejercicio narrativo reminiscente del género del “falso documental”, el autor se hace juez y parte de la histórica discusión sobre las artes como prácticas generadoras de conocimiento. Moscoso nos sumerge en una lectura que desdibuja los límites entre pasado y futuro, verdad y ficción, poniendo a prueba la etimología del ensayo como forma predilecta de la ciencia y usándolo para probar su punto por medio de otras voces: “los artistas dicen la verdad a través de la mentira”. Porque “nunca somos contemporáneos del desastre que nos azota”, más adelante Carlos Ossa reflexiona sobre las consecuencias futuras de un estallido social y una pandemia que incluyen también el agotamiento de los cuerpos producto de la gran circulación de información. Cuando su acceso es interminable y el contenido abrumadoramente idéntico, advierte Ossa en “La oscura máquina del trabajo sin horizonte”, los peligros rozan con la observación del presente y su libre interpretación. Entonces, se pregunta por el rol del arte en la transformación de futuro y los nuevos modelos sociales que puedan ser mediados por las y los artistas. Con la llegada del COVID-19 a Chile y el confinamiento hogareño, Paula Arrieta plasma en “Tiempo superpuesto. Una bitácora sobre el proceso creativo en contexto” una reflexión en torno a una serie de imágenes de horizontes pasados, que guarda como archivo. En ellas surge la idea de que “el horizonte no puede ser más que la utopía de proyectar una vida desde un espacio particular, pensar el futuro mientras se construye un pasado”. En un momento de constricción del espacio y la mirada, Arrieta busca el sentido en tiempos pretéritos y encuentra en ellos la posibilidad de un porvenir que demanda nuevas formas y ritmos para el proceso creativo. INTRODUCCIÓN
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=