Ensayando (im)posibles

104 del volumen del traje en tela cruda–, indagamos planos de acción en concordancia con los planos y lentes apropiados para visualizar de diversos modos la escena: completa y abierta, recortando el cuerpo y su acción/interacción con objetos y planos de detalle para escenas específicas, con iluminación focalizada en el personaje u objeto según los encuadres y la composición. A partir de esta búsqueda, pretendemos configurar un lenguaje y guión para las escenas presenciales y virtuales, haciendo dialogar la materialización teatral, física, gestual y corporal, con el guión audiovisual. Los modos diversos de registro y relato audiovisual son constitutivos de esta obra, relevando una diversidad de experiencias posibles para el espectador. Un momento relevante para el proceso ha sido el Foro de las Artes 2022. Realizamos una muestra al público del material recogido y los objetivos que perseguimos. En este punto, pensamos que dimos un paso: que hemos encontrado la forma del cuerpo que dio vida a ese vestuario y eso se expresa en la proyección del cuerpo/volumen del personaje en una maqueta de él, realizada en tela. Este lienzo blanco es el espacio físico, material, en el cual realizamos exploraciones, especulaciones en torno a dónde habita lo sonoro. Implica necesariamente vincular ese cuerpo al espacio que le rodea, el cual, como ya dijimos, es físico pero también virtual. Pensar lo sonoro en ambas espacialidades supone un nuevo encuentro con materiales de archivo y repensar el punto de partida inicial de “reconstruir” para poner en contacto el cuerpo y los espacios que hoy investigamos, en conjunto con el acontecimiento que tuvo lugar al momento Vestuario de la obra El Perro del Hortelano 1962 . Diseño Guillermo Nuñez. Fotografia: René Combeau. Archivo Fotográfico del Centro de Investigación y Patrimonio del Teatro Nacional Chileno CAPÍTULO 2 LA TRANSFORMACIÓN PRESENTE

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