Agresiones sexuales: reflexiones acerca de la intervenciones psicológicas. volumen VI
58 Agresiones sexuales. Volumen VI . Elías Escaff Silva. comprobar cómo se materializan las amenazas instaladas desde la construcción de la dinámica del secreto y que de no existir una red de apoyo en ese momento, la retractación es vista por la vícti- ma como una manera de recuperar el equilibrio perdido a partir de la develación y disminuir la percepción de daño ocasionado (Paine y Hansen, 2002), debido a los sentimientos de estigmatiza- ción y culpa que el agresor ha transmitido y que en ocasiones el entorno familiar ha reforzado (Pool, 2006). Sorensen y Snow (1991) analizaron la develación de agre- siones sexuales infantiles en 116 casos fundamentados. Se reali- zó un análisis cualitativo de cuatro componentes progresivos de la develación: el primero de ellos es la negación, ya que el 72% habría negado la situación abusiva. Esta fase era más frecuente cuando los niños eran interrogados inicialmente por un padre o figura significativa preocupada; o interrogados en un proceso investigativo formal, solo el 7% de los niños que pasaban por la fase de negación, hacían un movimiento directo a la segunda fase de develación activa, la que implicaba que los niños estaban dis- puestos a dar un relato detallado, coherente y en primera persona respecto a la situación abusiva. Sin embargo, la mayoría de los niños pasaban por una etapa intermedia de develaciones tenta- tivas, cuyas principales formas de manifestación fueron: olvidar, distanciarse, minimizar y disociarse. Pese a que se realizaba una develación, en un 22% de los ca- sos los niños se retractaron de sus dichos. En varios de estos, ellos negaron tener responsabilidad por sus develaciones previas, di- ciendo que alguien más les dijo que realizaran esas declaraciones. Finalmente, de los niños que se retractaron, un 92% pasó a la siguiente fase de reafirmación de su relato. Cabe señalar que el tiempo que tardaba cada niño en la progresión hacia la deve- lación activa, era único en cada caso. Mientras algunos niños rea- lizaban un movimiento desde la negación hacia las develaciones tentativas hasta llegar a la develación activa en una sesión; otros niños podían tardar varios meses para alcanzar la fase activa. De lo antes expuesto es posible comenzar a comprender las dificultades a las que se enfrenta un NNA víctima de una agresión
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=