Agresiones sexuales: reflexiones acerca de la intervenciones psicológicas. volumen VI

302 Agresiones sexuales. Volumen VI . Elías Escaff Silva. la escucha, distinguiendo el pasado del presente (testigo interior y anterior) pero favoreciendo la integración de ambos momentos. En este espacio de escucha el riesgo de retorno es inevitable y debe ser enfrentado. En efecto, el trabajo de subjetivación del testigo sobreviviente consiste en un trabajo subjetivo de reconocimiento de los afec- tos y de las emociones en su puesta en palabras y en asumir la confrontación a la imposibilidad de nombrar completamente y por sí mismo las afecciones traumáticas (Chiantaretto, 2003, p. 90). Gaudillière y Davoine (1998) señalan que, si se testimonia de cualquier forma, debido a la necesidad de hacerlo frente al mundo, hay un gran peligro de suicidio cuando no se encuentra un marco de contención y elaboración, antes de decir a la faz del mundo lo que ha pasado. Entonces al abordar el testimonio no se busca cuestionar el derecho a la intimidad frente a una vivencia como esta —que nos parece esencial—, sino que a propósito de la cuestión del poder tan intrínsecamente vinculada con la violencia sexual, es que se busca provocar la reflexión en torno a que la sexualidad en su totalidad ha estado remitida a lo largo de la historia al ámbito de lo privado, y que por tanto ha sido considerada como parte del territorio de lo íntimo (Brown, 2009). Es importante entender que la línea dicotómica y divisoria entre lo privado y lo público, determinan lo que es de interés para ser hablado y trabajado en el espacio público y político (Brown, 2009). A propósito de lo anterior, es posible señalar que esta puede ser una de las razones por las que la escucha no depende sola- mente del deseo del sobreviviente de guardar silencio o testimo- niar, sino que también depende de que esta sociedad no está preparada para otorgar una recepción contenedora del dolor. Por tanto, remitir la sexualidad a lo privado conlleva también al silenciamiento del dolor provocado por el trauma sexual. Es decir, significa el silenciamiento, en el mundo ligado a lo masculino —lo público—, de una violencia que es vivida principalmente por

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