Agresiones sexuales: reflexiones acerca de la intervenciones psicológicas. volumen VI

299 Las significaciones que otorga al acto testimonial una mujer sobreviviente al trauma sexual: El caso de Ester Pamela Robles, Claudia Sepúlveda como medio de prueba, dando cuenta de la realidad objetiva (Aceituno, 2003; Chiantaretto, 2003). Según Chiantaretto (2003), la problemática del testimonio ha adquirido otro lugar esencial, relacionado a la escritura de la histo- ria y a la construcción de memoria tanto individual como colectiva, a propósito de los traumatismos ocurridos en el siglo XX. En esta época, el uso de los testimonios es una de las estrategias más uti- lizadas para la reconstrucción de la historia latinoamericana y la búsqueda de la justicia a propósito de las dictaduras ocurridas en el continente, “ justamente porque posibilitan el contar historias excluidas, marginadas y suprimidas” (Raynor, 2011, p. 1). Así, el reapropiarse de la historia permite la recuperación del poder, tal como lo plantea Raynor (2001) en su análisis de la función del testimonio. Este refiere que el deseo de la víctima de testimoniar y de capturar el testimonio de su abusador, tiene que ver con poder otorgarle un sentido de realidad a su historia frag- mentada, legitimando su memoria. Es decir, con apoderarse de su verdad, y subvertir los poderes en dicha relación. Esto sería lo que posibilita la insistencia en la búsqueda de justicia. Sin embargo, a pesar de la importancia del testimonio para el reconocimiento de la memoria colectiva, este no sirve para reemplazar la justicia formal (Raynor, 2001). A nivel subjetivo, Aceituno (2003) plantea que el testimonio es un acto de habla, que implica al sujeto en tanto agente de elocución y como objeto de elocución. Ser agente de elocución significa que el hablante inscribe la posición desde donde enun- cia lo que enuncia. Ser objeto, en cambio, da cuenta de que el hablante está implicado en lo que dice, refiriéndose a él como otro que vivió aquella experiencia anterior. Lo testimoniado re- sulta ser una verdad subjetiva, ya que el trabajo de reconstrucción de la historia se produce a partir de un acercamiento a lo vivido desde la ficción, en tanto lo real es inaccesible. Sin embargo, el trauma —lo real— resiste como suceso, retornando (Aceituno, 2003; Chiantaretto, 2003). A propósito de esto, es que se entiende que el testimonio es posible a partir de una distancia entre un testigo interior y otro anterior en el mismo actor testimonial, distinguiendo a aquel