Agresiones sexuales: reflexiones acerca de la intervenciones psicológicas. volumen VI
288 Agresiones sexuales. Volumen VI . Elías Escaff Silva. que para los niños y niñas se torna más dificultoso debido a que es esta relación de confianza, establecida de manera previa con el agresor, lo que ha posibilitado que ocurra la situación abusiva, siendo necesario que la relación que se establece entre terapeuta y niño o niña esté en contraposición a lo que en algún momento fue abusivo. Debido a lo anterior, resulta importante a la hora de analizar lo propuesto por Jiménez (1999) y por Llanos y Sinclair (2001) en cuanto a que lo curativo dentro del proceso de la psicoterapia sería la cualidad del vínculo terapéutico en sí, y este por sí mismo, destacando además que el poder del terapeuta se utilice en la generación de una relación humana que tenga a la base el buen trato y la igualdad de valor. Por consiguiente los profesionales entrevistados dan cuenta de la necesidad de realizar distintas y particulares acciones en el contexto terapéutico con estos niños y niñas que han sido vícti- mas de agresiones sexuales, ya que parte del daño sufrido es po- sible visualizarse, por la dificultad en la capacidad de vincularse con un otro, después de haberse sentido traicionados (Finkelhor y Browne, 1985), ocupando los asuntos de traición, señalados por Rojas (2002), un lugar central en la vida anímica/emocional de estos niños. Entonces es de vital importancia poder brindar un es- pacio de contención y seguridad, donde pueda construirse y man- tenerse durante el tiempo, una nueva manera de vincularse con los otros. Esto principalmente apela a la figura del terapeuta y su capacidad de mostrar, mediante el buen trato, que el niño o niña puede volver a confiar en otro adulto, que desde su rol desplegará todas las competencias necesarias en el contexto terapéutico para evitar poner en escena situaciones que puedan llevarlos a un nue- vo escenario de victimización. A modo de conclusión y en relación con los resultados obtenidos, surgen cuestionamientos con respecto a cómo estas consideraciones especiales dentro del espacio terapéutico, parti- cularmente en la construcción del vínculo terapéutico con los ni- ños y niñas que han sido víctimas de agresión sexual son llevadas a la praxis en los Programas Especializados en Maltrato (PRM). Primeramente, cabe hacer presente que hoy en día el contexto
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