Agresiones sexuales: reflexiones acerca de la intervenciones psicológicas. volumen VI

262 Agresiones sexuales. Volumen VI . Elías Escaff Silva. versus su marco de creencias. Desde el referente social “se espe- raría entonces, que las madres fueran quienes deben proteger a la familia, situación que las haría responsables por cualquier tipo de dificultad que presentaran sus hijos” (Arriagada y Thiers, 2005, p. 21). Categoría: Postura de incomodidad Esta categoría hace alusión a incomodidad no solo en el plano subjetivo del terapeuta sino también la incomodidad que surge el plano físico al momento del abordaje psicoterapéutico. Como lo menciona Piedrabuena (2011) “es un hecho ineludible que el terapeuta es una persona, por mucho que se esfuerce en hacer de sí mismo solo un instrumento de tratamiento de su pa- ciente” (p. 8). Incomodidad: “Que se acabe rápido la sesión, ganas de no estar aquí”. Las entrevistadas señalan que la incomodidad se vivencia en ambos planos, subjetivo y físico, esto en referencia a que en ambas entrevistas mencionan que esta percepción era vivenciada desde lo postural así como también la sensación de querer terminar con brevedad la intervención. Incomprensión de la madre: “Era como dura de cabeza, porque no en- tiende, no era algo que yo esperara, no es una persona con la que yo dijera me da gusto trabajar”. Las entrevistadas señalan en su discurso que el encuentro con madres con patrón tolerante frente al abuso les genera re- chazo e incomodidad para trabajar, presentándose en sesión con disposición alterada. Dicha disposición se ve mediada como lo describe Ruiz (2013): Las reacciones (…) del terapeuta a las conductas del pacien- te, entendidas también como problemáticas o inadecuadas, adecuadas y pertinentes y sus propias reacciones subjetivas (emociones, recuerdos, cogniciones, etc.) que suponen su dis- posición adecuada o inadecuada a reforzar, moldear, castigar o extinguir-ignorar las conductas del paciente (p. 57).

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