Agresiones sexuales: reflexiones acerca de la intervenciones psicológicas. volumen VI

258 Agresiones sexuales. Volumen VI . Elías Escaff Silva. la madre (Womack et al., 1999 como se citó en Sinclair y Martínez, 2006), considerándola capaz “de proteger a sus hijos de cualquier peligro, daño o sufrimiento” (Sinclair y Martínez, 2006, p. 26). Desde ahí, en base al apoyo que presta la madre resulta importan- te la asistencia psicoterapéutica no solo en las víctimas sino tam- bién para ellas quienes son el soporte en términos de contención. En este escenario cobra relevancia la participación del tera- peuta y en cómo este se posiciona en la terapia frente a madres que han presentado patrón tolerante ante al abuso sexual inces- tuoso, ya que como lo mencionan las autoras Arriagada y Thiers (2005) “la visión existente en la sociedad acerca de las madres coludidas, se refleja y afecta el trabajo de los terapeutas que se encuentran realizando investigación y/o llevando a cabo trata- mientos” (p. 20). Esto, puesto que los terapeutas se posicionan en la terapia sin poder apartar de sí, su historia y formas de interpre- tar, sus subjetividades y significados personales, y estos finalmente emergen y remecen el contexto terapéutico. Siguiendo esta línea y entendiendo que los patrones cul- turales afectan y modelan el trabajo terapéutico, será necesario preguntarse también cuánto de los significados personales del te- rapeuta afloran al momento de posicionarse frente a una madre que ha presentado un patrón de enfrentamiento de tipo tolerante en el abuso sexual incestuoso, debido a que ello tiene incidencia en el abordaje terapéutico. Cabe cuestionarse entonces, qué es aquello que emerge en la persona del terapeuta al momento de situarse en el contexto de psicoterapia, en términos de sus significados. Significado personal de la persona del terapeuta La noción de significado personal desde un punto de vista constructivista forma parte del constructo identitario de una persona, la cual le provee a esta “formas de interpretación de las vivencias, que se van construyendo y reconstruyendo en las dinámicas sociales, según los recursos cognitivos y emocionales de este” (Vergara, 2011, p. 4). El acento recae entonces en la ex- periencia y el significado que la persona del terapeuta construye de la intervención terapéutica, considerada como una dinámica

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