Agresiones sexuales: reflexiones acerca de la intervenciones psicológicas. volumen VI

114 Agresiones sexuales. Volumen VI . Elías Escaff Silva. forma que está, cabeza, un cuerpo muy raro, una mano que está haciendo “fuck you”. Ahora está más segura, no hace falta que sea una persona, que se puede ver, sentir o tocar, es algo malo, algo raro, feo (¿?) Un hombre (¿?) Zapato raro, por la forma y sale de lo que podría llegar a ser el cuerpo. Manos hacia abajo, brazos que bajan y están haciendo así (gesto), haciendo cuernitos, por la forma. Y frente a la Lámina VI (vista en posición “a”; 18 segundos de tiempo de reacción): Aunque se podría decir, parece algo diferente (D supe- rior). Me imagino algo raro, la parte íntima de un hombre y el órgano sexual de un animal, recién me di cuenta. (encuesta) Órgano sexual masculino, solo el eje, por la forma y la punta, se parece bastante… animales, monos… vi un video con la profesora de educación sexual, era un dibujo… pero tam- bién me acuerdo, que cuando tenía 4 años, lo vi a mi padre… mientras estaba bañándose y lo vi… mi padre me pidió que le llevara una toalla al baño… ¡y lo vi! A partir de la constelación de indicadores encontrada por Andrea y Castro (2015), interpretan un debilitamiento de las funciones yoicas adaptativas de la niña evaluada; dificultades para pensar con claridad y tendencia a responder de manera inmedia- ta, con baja capacidad de espera y escasa tolerancia a la frustra- ción. Los intentos de disociación no resultan exitosos. El manejo de los afectos e impulsos no resulta eficiente, predominando el principio del placer por sobre el de realidad y la aparición de sentimientos disfóricos. Observan además un esquema corporal dañado, presentando el protocolo de la niña fabulaciones que remitirían a un suceso crítico traumático, entre otros elementos. También desde Argentina, la psicóloga forense Nudel (2014), en su obra Herramientas para la pericia psicológica en delitos sexuales intrafamiliares , da cuenta de los siguientes indicadores Rorschach que serían propios de víctimas de agresiones sexuales, en pobla- ción infanto-juvenil: presencia de movimiento inanimado (m),