La vida de las mujeres teporeras de la región de O'Higgins: hogar, trabajo y salud

53 Complicaciones en la salud mental de las temporeras “Angustia”es lo que dice sentir Gabriela cuando piensa en su situación laboral y económica, y en sus responsabilidades como madre, esposa y trabajadora. “Las mujeres, sobre todo, aparte de levantarse a las cinco, seis de la mañana, porque al final tenemos que levantarnos temprano, después ir a trabajar, salir del trabajo, llegar a la casa... seguimos trabajando. Si no se tiene una estabilidad laboral, todo parte por ahí yo creo. Unos meses tienes traba- jo y los otros ahí quedai, encalillá’ , pensando en terminar de pagar las deudas cuando empiece a trabajar de nuevo.” De manera similar, María dice que hubo un tiempo en que sintió una “gran presión” de trabajar para mantener a sus hijos. Dicha presión, cuenta María, le causó “una depresión”, según fue diagnosticado por su médico. “Cualquiera dice, ‘ah, se va a la casa a descansar’, pero una en la casa no des- cansa, no descansa, una le sigue trabajando. Antes yo llegaba del trabajo y tenía que hacer todas las cosas de la casa (…). En un punto quería mandar todo a la cresta y no quería saber nada de nada, ni nadie (…). Quería estar sola y que no me molestara nadie, y dormir y dormir y dormir (…). No sé, como que tenía angustia, me sentía que quería salir arrancando.” Ana tam- bién se refiere a este malestar, describiéndolo como una sensación de“colap- so con la situación”, “un estrés que afecta mentalmente”, que aparece por querer “cumplir en todos los aspectos: como dueña de casa, como madre, como trabajadora y como esposa…y muchas veces a una no le da para com- plementar todo.” Así, la doble carga y la inestabilidad laboral parecieran ser fuente de riesgo tanto para la salud física como para la mental de las temporeras. Como se señaló en la sección anterior, los riesgos de enfermedades y acci- dentes aumentan por la necesidad de mantenerse trabajando. Para las tem- poreras, esto se vive en el día a día como una exigencia a sí mismas de no detenerse nunca, pese al dolor y al estrés. Esta necesidad de “seguir no más” 47 Endeudada. 47