La vida de las mujeres teporeras de la región de O'Higgins: hogar, trabajo y salud

46 otras veces no, pasa desapercibido. Una igual puede de repente opinar algo, con los años de experiencia que lleva en el campo.” Este delicado equilibrio en las relaciones laborales se ve complejizado con la aparición de inmigrantes en el campo, sobre todo en temporada alta. Si bien este estudio no profundizó en la inmigración y su rol en el mundo agrícola, las entrevistadas mencionaron cómo su reciente presencia les impacta el día a día. Algunas hablan de trabajar junto a ellos y otras dicen tener poco contacto. Las opiniones varían. Un discurso bastante difundido es la sospecha de que los trabajadores extranjeros tienen mejores salarios que ellas, y que reciben mayores beneficios, como comida y alojamiento. Otras, en cambio, hacen hincapié en las irregularidades legales, abusos y explotación hacia inmigrantes, y en la comprensión de sus necesidades. Sea cual sea la opinión, la inmigración afecta su experiencia laboral, especial- mente en lo que refiere a relaciones sociales y contractuales. Por último, la vida profesional de las temporeras está atravesada por el factor de género. Algunas mujeres hablaron de ser discriminadas no sólo en el plano de la renta, mencionado anteriormente, sino que también en el de las relaciones laborales. Hay quienes relatan cómo hay mujeres, incluso de entrada edad, que son enviadas a hacer lo que ellas llaman “trabajo pesado”, es decir, que involucra mover mucho peso. La mayor molestia para las tem- poreras que relataron hacer este tipo de funciones, es que no se les paga como a los hombres, o que se les paga menos que a personas que no hacen tanto esfuerzo físico como ellas. En cuanto al acoso sexual, las temporeras mencionan que puede existir, pero que no se manifiesta de manera explícita en las conversaciones, y que temen denunciar este tipo de situaciones. Entre temporeras y temporeros hay todo tipo de relaciones, algunas más “subidas de tono” que otras, cuentan las entrevistadas. Hay relaciones buenas, de respeto, como también hombres que hacen comentarios indebidos. “No falta el viejo verde ”, dice Laura. En cualquier caso, el estado de alerta para el caso en que ocurra un comentario o acto sexualmente indebido es constan- te, y es parte de su experiencia como trabajadoras agrícolas. 42 Complicarle la vida a alguien intencionalmente. 42

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