Guía de educación antisexista

GUÍA DE EDUCACIÓN ANTISEXISTA 73 3.4.2 Abrirse al debate, la incomodidad y la controversia La democratización de los espacios educativos, no es una tarea sencilla, ya que implica entender que todo acto de apertura hacia la problematización de los posicionamientos de la autoridad y los privilegios, obliga a sobrellevar debates que son arduos e incluso incómodos y que antes estaban clausurados. Pero puede ser profundamente transformadora para ambas partes (Martin et al. 2017). Debemos crear activamente culturas de disenso que promuevan el debate sobre sexismo y racismo, en términos de pedagogías y prácticas institucionales. Crear tales culturas en la academia liberal es un reto en sí mismo, ya que el liberalismo permite y recibe de buena manera perspectivas “plurales” y “alternativas” (Mohanty 1989) pero mientras no impliquen la incomodidad y las tensiones de revisar la participación (institucional, colectiva, personal) en sistemas y relaciones de dominación y opresión. Tal como han señalado Kassan, Sinacore y Green (2019) la controversia puede ser productiva a la hora de generar cambios positivos. ¿Cómo abordamos la necesidad de diálogo y aceptamos que el desacuerdo será parte del proceso educacional? Tratando de comprender por qué hasta ahora desde el ámbito universitario, aquello genera temor e inseguridad, y cómo específicamente abordar temáticas de género, sexualidad y violencia de género en nuestros territorios, nos provoca un conflicto de mayor envergadura al interior de nuestras salas de clase. La emergencia de una educación anti- sexista en los ámbitos de la docencia, no se presenta como una lógica idealizada que supone La apuesta es por una educación que fomente las capacidades críticas del estudiantado, lo que no significa de ningún modo minimizar la labor docente. Todo lo contrario, implica nuevos desafíos y otras habilidades que revitalizan el oficio. Desde la discusión y el debate es donde surge la posibilidad plena de mostrar las diferencias y generar mecanismos de entender que éstas no deben ser tratadas como desigualdad, sosteniendo que las diferencias reunidas en su conjunto, solo pueden potenciar cruces innovadores y horizontes creativos.