Guía de educación antisexista
GUÍA DE EDUCACIÓN ANTISEXISTA 67 las diferencias y aportando a la transformación de aquellos ejes de diferenciación que se han constituido como desigualdades y opresión. Para desmontar desigualdades, debemos tener una mirada sensible a cómo esas diferencias y desigualdades han marcado las trayectorias de les estudiantes, los distintos saberes que traen producto de sus experiencias, los diversos estilos comunicacionales y de participación, etc., sin naturalizar y/o esencializar diferencias, pero reconociendo patrones de efectos sistémicos sobre las distintas experiencias y subjetividades que llevan, por ejemplo, a marcar distintos modos de participar en el aula, de valorar opiniones. Esto implica tener una consciencia aguda de las dinámicas interpersonales que se dan en la sala de clases. ¿Podemos distinguir patrones de género en los tipos, modos y cantidad de participación? ¿Hay ciertos sujetxs que participanmás omenos? ¿Qué tipos de participación y experiencias promovemos como docentes, cuáles legitimamos, cuáles desvalorizamos? Una cuestión clave en términos de educación anti-sexista es revisar la presunción de heterosexualidad del estudiantado y todes les participantes de la comunidad educativa (Francis 2017). Esto implica varias cuestiones: 1) Desnaturalizar la heterosexualidad como la norma invisible no cuestionada; 2) Considerar la diversidad sexual (y la diversidad en general) como un valor positivo, como algo común inherente a las sociedades y, por lo tanto, sostener un compromiso por crear aulas inclusivas y libres de contenidos, comentarios y acciones sexistas y homo/lesbo/transfóbicas independiente de si hay estudiantesmujeres y LGBTIQ+ o no presentes. Se trata de construir contextos educativos que apunten a la transformación de la sociedad en general. A su vez, esta consideración a priori de la diversidad del aula no debe implicar hipervisibilizar y exponer públicamente (aun cuando sea desde una perspectiva vista como positiva para pedirles su opinión) a sujetos LGBTIQ+ como ejemplos de “diversidad”. Al mismo tiempo, tampoco se debe homogeneizar todas las diferencias bajo una noción indiferenciada de “diversidad” o “LGBTIQ+” sin reconocer contextos, situaciones y necesidades específicas (Galaz, Troncoso, y Morrison 2016). Al generar contenidos y contextos inclusivos y respetuosos en la clase, cación
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