Guía de educación antisexista
GUÍA DE EDUCACIÓN ANTISEXISTA 29 1.1 El sexismo y el heterosexismo en la academia Las universidades desde sus orígenes europeos y medievales se establecieron como instituciones sexualmente segregadas, excluyendo a las mujeres de los espacios del saber hegemónico en la mayoría de los países hasta entrado el siglo XIX. En Chile, el Decreto Amunátegui que autorizó a mujeres a cursar estudios universitarios fue dictado en 1877, graduándose la primera dentista, Paulina Starr, en 1884. Sin embargo, no fue hasta 1922 que Amanda Labarca pudo ingresar como primera mujer académica en el Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile y recién a mediados del siglo XX se eliminó el tope de 10% de vacantes para el ingreso de mujeres a la carrera de medicina y otras, en nuestra casa de estudios. Esta exclusión no sólo aplicó hacia las mujeres, la negación explícita del ingreso a personas por orientación sexual, por ejemplo, en la carrera de psicología, fue legítima hasta la década de 1990 (a pesar de la despatologización de la homosexualidad en 1973 por parte de la Asociación Norteamericana de Psiquiatría APA), y la falta de herramientas jurídico-institucionales y marcos socioculturales, que persisten en la actualidad, para acoger adecuadamente a personas trans y no binarias. MISOGINIA “Etimológicamente es odio a las mujeres. En la teoría feminista, la misoginia es reconocida como una ideología política similar al racismo o al antisemitismo, para justificar la subordinación de las mujeres por los hombres. Forma parte de los patrones culturales de muchas sociedades, establece rígidas reglas de conducta para las mujeres y ante la duda sobre su cumplimiento, culpa a la mujer: “Algo habrá hecho”; “mina tenía que ser”; “no hay nada que les venga bien”” (Korol 2007; 125).
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