Guía de educación antisexista
24 GUÍA DE EDUCACIÓN ANTISEXISTA son cotidianas y normalizadas, pero que, al mismo tiempo, son cada vez menos invisibilizadas y toleradas en los espacios educacionales actuales. En esta guía apostamos a un tratamiento del sexismo como una problemática social siempre contextualizada, que además es imposible de abordar desvinculada de otras relaciones de poder (Troncoso, Follegati y Stutzin 2019). Particularmente, nos interesa comprender el sexismo en nuestra facultad en su articulación con el heteropatriarcado y el cisexismo. El sexismo se expresa de estemodo en unmarco de relaciones de poder desiguales y en la construcción social de diferencias de género marcadas por el binarismo, el machismo, la discriminación de personas y colectivos LGBTI+, enmarañados con racismo, colonialismo, clasismo, HETERONORMATIVIDAD “Por heteronormatividad entendemos aquellas instituciones, estructuras de comprensión y orientaciones prácticas que hacen no sólo que la heterosexualidad parezca coherente —es decir, organizada como sexualidad—sino también que sea privilegiada. Su coherencia es siempre provisional y su privilegio puede adoptar varias formas (que a veces son contradictorias): pasa desapercibida como lenguaje básico sobre aspectos sociales y personales; se la percibe como un estado natural; también se proyecta como un logro ideal o moral. No consiste tanto en normas que podrían resumirse en un corpus doctrinal como en una sensación de corrección que se crea con manifestaciones contradictorias —a menudo inconscientes, pero inmanentes en las prácticas y en las instituciones. Los contextos que tienen una relación poco visible con la práctica del sexo, como narrar una biografía o las identidades generacionales, pueden ser heteronormativos en este sentido, mientras que en otros contextos las modalidades de sexo entre hombres y mujeres podrían no ser heteronormativas (Berlant y Warner 2002).
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